La plataforma Hostelería Galega ha denunciado una gestión «improvisada» de la Xunta, mientras defiende que la solución para este sector «no pasa por ilegalidades ni por el endurecimiento de las restricciones».
«Hay alternativas», sostiene en un manifiesto remitido a los medios de comunicación en la jornada en que Sanidade ha informado de los cambios introducidos por el comité clínico a las restricciones impuestas después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) no autorizase la petición del certificado covid.
En un escrito, suscrito por personas firmantes del recurso ante el alto tribunal y asociaciones, defienden que son «parte de la solución» y critican que se responsabilice «de manera desproporcionada a la hostelería de los contagios». «El sector sufrió las diferentes políticas estatales y autonómicas y continúa a ser el blanco fácil sobre el que recae la principal causa de los brotes».
Al hilo de ello, incide en que «los datos científicos ponen la luz en las reuniones y alternativas de ocio en espacios personales, que se producen sin medidas de seguridad y ajenas a la posibilidad de control». «Un dato que corrobora esta premisa son las celebraciones de Navidad, donde la actividad en la hostelería estaba altamente restringida, aun así, fue una de las mayores olas de contagios sufridas a nivel estatal», apunta.
Y es que, para este colectivo, las reuniones en espacios personales «aumentan proporcionalmente a las restricciones de capacidad y horarios que se le impone a nuestro sector».
CRITICAS A LA XUNTA
Para ellos, el Gobierno gallego «mantiene su lucha personal contra la hostelería, con medidas improvisadas y carentes de lógica: medidas extraordinarias en función del horario o de la licencia permitida, no de la actividad que esta permite».
Sobre el certificado covid y las últimas medidas recogidas en el DOG, incide en que la normativa «careció del mínimo rigor exigible». Además, añade que no se les facilitaron «las herramientas necesarias, ni siquiera pautas específicas, ante un procedimiento vulnerable, fácilmente ‘falsificable’, recayendo la responsabilidad» en los hosteleros.
Para el uso de una medida así, en la que se muestran dispuestos a colaborar, inciden en que sería necesario que se les dotasepor parte de la Administración «de las herramientas necesarias para ejecutarla con garantías legales y de manera eficiente».
Por otra parte, reclaman diálogo a la administración y denuncian que se decida «de manera unilateral, quién es la representación» de este colectivo. Además de asegurar que no se les comunican los acuerdos, argumentan que las personas y asociaciones firmantes, –que representan, indican, a más de 4.000 empresas– no aceptarán acuerdos que no sean «estrictamente legales». Para ello, piden una mesa de diálogo «amplia y plural».
DEMANDAS
A su vez, solicitan un plan de indemnizaciones «real» e instan a abandonar el «marketing político». En el actual contexto, proponen no distinguir entre ocio nocturno y hostelería con criterios que se rijan por los usos y con argumentos «estrictamente sanitarios».
También piden un aforo en las terrazas del 100% en cualquier de los niveles, «siempre y cuando se mantenga la distancia de seguridad interpersonal y el límite de reuniones por mesa».
«Permitir el uso de las barras, sólo para consumo sentado y manteniendo la distancia de seguridad interpersonal, con una limitación de capacidad del 75% del establecido y nunca superando agrupaciones máximas de seis personas», indican. A ello, suman permitir en nivel medio-bajo interiores al 100% y en nivel medio al 75%. En nivel alto y extremo, plantean al 50 por ciento.