El delegado del Gobierno, José Miñones, ha reivindicado la «capacidad de diálogo» del Ejecutivo central para tratar de encontrar una salida al conflicto de Alcoa en la fábrica de San Cibrao, en Cervo (Lugo).
Por su parte, el vicepresidente económico, Francisco Conde, ha subrayado la «urgencia económica y social» para que se llegue a un acuerdo en las negociaciones para la venta entre la multinacional y la sociedad estatal de participaciones industriales (SEPI).
Miñones y Conde han hecho estas declaraciones en sendos actos en Vigo, pocas horas antes de que la mesa multilateral sobre el futuro de la factoría vuelva a reunirse, este jueves a las 15,00 horas.
Por un lado, el delegado del Gobierno ha asegurado que el Ejecutivo central «está demostrando una vez más su capacidad de diálogo» y ha apelado al encuentro para «ver qué sale» de la cita de este jueves.
Por su parte, Conde, en un «contexto de desilusión» de los trabajadores, de las familias y también de la Xunta, ha lamentado que parece que «tanto Alcoa como el Gobierno están echándose las culpas por no seguir avanzando en el proceso de venta».
«Lo que necesitamos son respuestas, que se vuelva a la senda del diálogo, de las soluciones, para que se pueda producir la venta de San Cibrao», ha recalcado.
«IMPULSAR LA VENTA»
En este sentido, ha reclamado al Gobierno que concrete «cuál va a ser su papel a través de la SEPI, que se pueda contestar a las demandas de información de Alcoa y que Alcoa entienda que había principios de acuerdo en septiembre y que hay que mantenerlos».
A ambas partes les ha pedido, así, «que vuelvan a esa mesa de negociación y se pueda impulsar la venta», puesto que Liberty «mantiene su posición y tendrá que establecer las garantías precisas para que se pueda producir la operación».