Casi 70.000 vecinos siguen pendientes de que se terminen los 96 procesos de concentración parcelaria abiertos en Galicia, si bien un total de 41.745 propietarios emplean ya los terrenos resultantes de estos procesos de reestructuración.
De ello informa a Europa Press la Consellería de Medio Rural, que apunta que las 96 zonas en proceso de concentración, todavía sin firmeza de acuerdo, suponen una superficie de más de 85.000 hectáreas.
El reparto de esas 96 zonas por provincias es el siguiente: 37 en Pontevedra, 29 en A Coruña, 22 en Ourense y ocho en Lugo.
Con todo, en 59 de esos 96 procesos los vecinos ya hacen uso de las nuevas parcelas, a falta de tener los títulos de propiedad. Son 41.745 propietarios que ya realizan tareas en 88.102 fincas –en lugar de las 425.475 iniciales–, según explica Medio Rural.
En las últimas semanas, se entregaron títulos en zonas de los municipios coruñeses de Touro y Coristanco; los lucenses de Riotorto y Castro de Rei, así como en Baltar (Ourense). Igualmente, en próximas semanas se hará lo propio con otros 2.500 títulos a 1.300 vecinos.
MÁS DE UNA VEINTENA DE NUEVAS REESTRUCTURACIONES
El Consello de la Xunta acordó la pasada semana impulsar dos nuevas parcelarias en el municipio de Outeiro de Rei (Lugo), son las primeras que se decretan después de seis años de la entrada en vigor en 2015 de la ley de mejora de la estructura territorial agraria de Galicia (Metaga). Beneficiará a 833 propietarios en 2.000 hectáreas de superficie.
Además, está a exposición pública –en el Diario Oficial de Galicia– el estudio previo de iniciación de otros dos nuevos procesos en Viladonga, en el Ayuntamiento de Castro de Rei, y en Seoane da Pregación, en el municipio de Friol; junto a un tercero en Poulo, en Ordes (A Coruña).
La Consellería de Medio Rural prevé que a estos procesos se sumen otras 23 nuevas parcelarias en Galicia en el plazo de un año.
PROCESOS LENTOS
Desde que comenzó la concentración parcelaria en Galicia, en el año 1954, se actuó en más de 1.000 zonas que abarcan una superficie de más de 500.000 hectáreas, con casi medio millón de propietarios afectados.
Sin embargo, estos proceso han estado marcados en muchos casos por su lentitud y procesos farragosos durante décadas.
Precisamente, hace unos días, preguntaba en la Cámara gallega el diputado del BNG Xosé Luís Rivas, Mini, por la parcelaria en la parroquia de San Vicenzo, en el Ayuntamiento de Vilasantar (A Coruña), un proceso «tedioso» que fue declarado urgente en 1989, pero su entrega de títulos se encontraba paralizada mientras no se resuelvan recursos de vecinos.
Por este motivo, el diputado nacionalista llamaba a la Xunta a «replantearse» cómo agilizar estos procesos, pues «10 años son mucho tiempo».
En respuesta, la directora xeral de Desenvolvemento Rural, Inés Santé, explicaba que en septiembre de 2020 se autorizó la toma de posesión a nuevos adjudicatarios, mientras que los 27 recursos presentados se resolvieron a comienzos de marzos. Con todo, la ejecución de la red de caminos secundarios todavía está a la espera de autorizaciones como la de Augas de Galicia para comenzar las obras.
En la comisión de Agricultura, Santé reconocía que «todo esto tiene una complejidad y lleva su tiempo», con una «especial preocupación por simultanear y alcanzar una mejor estructura territorial con el cuidado del territorio».
La Xunta traslada a Europa Press que la aplicación, sin régimen transitorio, de la reforma de la ley hipotecaria de 2015 provocó una «ralentización» de los procesos al ser necesario acometer una revisión cartográfica y documental integral de los expedientes administrativos, pues uno de los fines del texto era la incorporación de las representaciones gráficas georreferenciadas, lo que obligó a adaptar «numerosos» acuerdos de concentración en ese momento firmes o próximos a ser firmes.
Todo ello, para cumplir con los requisitos exigidos y garantizar la inscripción en el registro de la propiedad correspondiente. Con todo, el Gobierno gallego defiende que desde 2009 destinó más de 118 millones a los procesos de reestructuración parcelaria.
LEY DE RECUPERACIÓN DE TIERRAS
Paralelamente, la Xunta prevé que la futura ley de recuperación de tierras suponga una mejora de la ordenación del territorio mediante nuevos mecanismos voluntarios de movilización de tierra como polígonos agroforestales, aldeas modelo, agrupaciones de gestión conjunta y permutas de especial interés agrario.
Aquí, se fomentará la investigación de la propiedad y establecerá el procedimiento de declaración de abandono. Con esta información se va a trabajar por actualizar el catastro en Galicia, y se notificará al Gobierno central, que tiene las competencias en la materia.
Además, se ha acordado con las organizaciones profesionales agrarias incorporar de forma más explícita el objetivo de incrementar la superficie agraria útil para recortar distancias con la media nacional y europea.
La primera medida en la que se trabaja es en la elaboración del mapa de usos agroforestales de Galicia. Servirá de base para el Catálogo de suelos agropecuarios y forestales.