El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, valora como una «buena noticia» que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, vaya a ser vicepresidenta tercera. «Nos va a ayudar, con toda seguridad, a que el diálogo social gane todavía más peso en el Gobierno», sostiene.
En declaraciones a los medios este miércoles en Santiago, en donde ha participado en el 13 Congreso de UGT Galicia, Álvarez espera que «con ella (Yolanda Díaz) de vicepresidenta sea más fácil encontrar solución» para los «problemas» que se han encontrado en el ámbito del diálogo social.
Cuestionado acerca de si se abren más posibilidades de una derogación de la reforma laboral, el líder de UGT apunta que esas «posibilidades existen» y «existían», puesto que «forma parte de un acuerdo de gobierno» y de una demanda de la sociedad «absolutamente inaplazable en el tiempo».
A preguntas sobre qué valoración hace de que Nadia Calviño vaya a ser vicepresidenta segunda por encima de Yolanda Díaz, Pepe Álvarez se ha limitado a indicar que esa cuestión «no es opinable» para UGT, ya que es un tema del Gobierno y el presidente.
Con todo, ha remarcado que Calviño es una persona de «gran reputación en Europa», «muchos conocimientos» y «mucho que aportar».
LA POLÍTICA ESPAÑOLA: «UN GRAN CIRCO»
Igualmente, ha lamentado que la situación política que atraviesa España «se parece a un gran circo», pero subraya «el país está en una situación de necesidad de consenso, de hacer políticas para solventar los problemas de la gente».
«Me parece francamente lamentable el espectáculo que estamos viviendo en los últimos días», se ha quejado.
CONTINUARÁN LAS MOVILIZACIONES
«Somos muy conscientes de que cambiar las política no va a ser fácil, ni antes ni después, si no hay una gran movilización social», asegura.
Por ello, avisa de que van a continuar las movilizaciones sindicales. «Desde luego», advierte, «si no hay una respuesta positiva, lo van a hacer de manera más amplia en el momento en el que no haya restricciones sanitarias».
Critica las medidas «insuficientes» para la salida de la actual crisis, con falta de empleo estable y sin una subida del salario mínimo, lo cual «no tiene pies ni cabeza». «No hay ninguna razón para no hacerlo», opina en lo tocante al alza del SMI, pues «lo hacen los portugueses, los alemanes, los franceses».
Considera que no se puede estar «satisfecho» mientras se vive una situación de «miseria» en el país con «mucha gente que duerme en la calle».
Censura que el Ingreso Mínimo Vital «no está funcionando» por el «caos de gestión». Cree que se debía haber habilitado una declaración responsable para acelerar su abono, y que después se hubiese revisado a posteriori para observar si se produjeron fraudes. Por ello, requiere mecanismos que faciliten que «este caos no perjudique tan seriamente el bienestar de los ciudadanos».
«Todo esto no se va a quedar sin respuesta, con independencia de quien esté en una vicepresidencia, quien sea ministro de una cosa o de la otra», deja claro.