Los concesionarios de automoción de Galicia perdieron el 11,8% de su negocio en el año 2020, fruto de la crisis sanitaria y económica, según los datos publicados este lunes por la patronal Faconauto.
En concreto, apuntan, el sector de la distribución oficial gallego cerró el pasado ejercicio con una facturación del 1.636 millones de euros, frente a los 1.854 del año anterior. De los 189 concesionarios oficiales que operaban en la región en 2019 se pasó a 174 en el 2020, con un empleo de 6.433 personas.
En cuanto a las áreas de negocio, la que más sufrió, explica Faconauto, fue la de vehículo nuevo, con una caída en su facturación del 17,5%, con 1.015 millones de euros. Por su parte, el negocio del vehículo usado creció un 4,6%, facturando 386 millones de euros.
A nivel nacional, los concesionarios perdieron el 19% de su negocio el pasado año. El sector de la distribución oficial cerró 2020 con una facturación del 35.895 millones de euros, mientras que en 2019 lo hizo con 44.207.
Respecto al empleo, a nivel estatal, las red oficial de concesionarios perdió 8.075 puestos de trabajo el año pasado, aproximadamente un 5% del total, quedando en 153.425 trabajadores. Para Faconauto, el mecanismo de los ERTE «ha sido esencial para mantener el empleo en el sector», pero ha advertido de que «difícilmente» podrán mantener sus actuales estructuras si el mercado no remonta.
LA RECUPERACIÓN, EN 2022
Según prevé Faconauto, para ver una recuperación del sector habrá que esperar hasta 2022, cuando se estima que se volverán a alcanzar los 1,2 millones de vehículos matriculados, un cifra parecida a la de 2019.
Mientras, para este ejercicio, la patronal maneja un escenario optimista, en el que se rebasarían apenas el millón de unidades, y otro pesimista, con un mercado inferior a ese millón de ventas. La evolución del mercado «dependerá de la rapidez con la que se produzca la vacunación de la población y la normalización de su movilidad», destacan.
La patronal ha indicado que, además del mercado, «corre peligro» el que España avance a mayor velocidad hacia la descarbonización de la movilidad, hacia la implantación del vehículo eléctrico y hacia la renovación del parque automovilístico.
«No podemos, ni como sector, ni como país, perder el tiempo, por eso, para atajar los retos a corto y a largo plazo es necesario que el Gobierno active los 3.750 millones de euros que comprometió vinculados al Plan de Impulso de la Cadena de Valor de la Industria de la Automoción», indican los responsables de la entidad.
En segundo lugar, Faconauto considera que habría que abordar reformas más estratégicas, como la de la fiscalidad, un «instrumento esencial para fomentar la renovación del parque e incentivar la demanda». En concreto, Faconauto propone la creación de un nuevo impuesto medioambiental, que sustituya el impuesto de matriculación, de carácter autonómico y estatal, que grave el parque según sus emisiones de CO2 con una cuota anual.
Además, propone el mantenimiento del impuesto de circulación, pero bonificando al 100% los vehículos con etiqueta cero y trabajando a futuro en un cambio de este impuesto para que grave la contaminación atmosférica de los vehículos en función de su antigüedad.