Galicia registró en 2020 un total de 46 muertes de asalariados debido a accidentes de trabajo, tres fallecimientos más que en el año anterior, pese a que fue un ejercicio marcado por el estallido de la pandemia del coronavirus y el confinamiento.
Entre asalariados, en total, los accidentes laborales en jornada con baja bajaron, de 27.225 a 20.450, por lo que el índice de incidencia también se redujo, hasta 2.661,6 –próximo a los 2.668,4 de la media–.
Sin embargo, como consecuencia del aumento de las muertes en accidente laboral, también se incrementó el índice de incidencia, hasta 5,99, casi dos puntos y medio por encima de la media (3,52).
En cuanto a los trabajadores por cuenta propia, los accidentes laborales con baja se redujeron hasta 1.847 y los que resultaron en muerte también cayeron, hasta seis. De este modo, disminuyeron los índices de incidencia, hasta 874,3 y 2,84.
En su conjunto, los accidentes laborales en jornada con baja bajaron en Galicia en 2020, hasta 22.297, y los fallecimientos descendieron a 52. De este modo, se contrajo el índice de incidencia de los accidentes con baja, que es inferior al de la media, pero la de accidentes mortales, pese a bajar, es superior a la del conjunto estatal.
«PEQUEÑO DESCENSO» EN GLOBAL
Comisiones Obreras (CC.OO.) ha alertado de que, en global, la cifra de fallecimientos por accidentes laborales se mantiene «estable» en la comunidad gallega pese a la disminución de la actividad causada por la pandemia de la covid.
A través de un comunicado, el sindicato ha lamentado que la disminución de la actividad durante 2020 no conllevase «una reducción significativa» de los accidentes laborales con resultado de fallecimiento. Así, ha explicado que, de acuerdo con los datos del Gobierno, los accidentes laborales mortales experimentaron un «pequeño» descenso del 3,7% al pasar de 54 a 52 entre 2019 y 2020.
No obstante, ha explicado que el impacto de la reducción de la actividad se ha reflejado en los accidentes de trabajo leves y graves. De este modo, los primeros disminuyeron un 24,49% al reducirse en 7.231 tras pasar de representar 29.528 a 22.297. Mientras, los graves cayeron un 20,17% al decrecer en 95 tras pasar de sumar 471 a 376.
A este respecto, el secretario de Salud Laboral de CC.OO.-Galicia, Roi Fernández, ha advertido de un «problema de fondo» que causa que los accidentes de trabajo mortales no se reduzcan del mismo modo que los demás pese a la menor actividad en 2020.
De hecho, ha destacado que, en comparación con el año anterior, los trabajadores gallegos tuvieron más posibilidades de padecer un accidente con resultado de muerte en 2020. En concreto, en 2019 se produjo un siniestro mortal por cada 546 accidentes de trabajo, mientras que en 2020 representó uno de cada 428.
«Esto debe hacernos reflexionar», ha señalado Fernández, quien ha insistido en que los datos muestran que la siniestralidad mortal «está muy arraigada» y es necesario adoptar «medidas urgentes» para erradicarla de los centros de trabajo.