La Xunta ha destacado el bajo grado de sanciones detectadas en el sector del juego respecto al número de inspecciones llevadas a cabo en los negocios que dependen de la normativa autonómica.
Lo ha dicho el responsable de Interior e Emerxencias de la Xunta, Santiago Villanueva, que ha acudido este viernes a responder a dos preguntas parlamentarias formuladas en comisión por los grupos de la oposición relativas ambas al sector del juego.
Según Villanueva, el juego es «una actividad muy inspeccionada» que en 2019 acumuló 6.000 inspecciones que derivaron «en unas 50 sanciones» por incumplimientos de la normativa autonómica, pendiente de ser actualizada con una ley que figura en el calendario del Gobierno gallego pero que todavía se encuentra en fase de elaboración.
Cuestionado sobre el volumen de recaudación de impuestos para este sector, Villanueva ha cifrado en casi 61 millones de euros los recabados por las autoridades autonómicas en el año 2019 en fiscalidad y tasas para negocios de apuestas, máquinas recreativas, casinos, bingos o tómbolas.
Una recaudación que, según ha apuntado, disminuyó casi a la mitad en 2020 por el impacto de la pandemia. En concreto, el responsable de la Xunta cifró en 35 millones los impuestos pagados por el sector a nivel autonómico el pasado año.
JUEGO Y PANDEMIA
También se ha referido, a pregunta del PSdeG, sobre la situación de las casas de apuestas y salones de juego ante las restricciones impuestas para el control de la pandemia. Esta pregunta, como ha señalado la diputada Paloma Castro, fue formulada «seis meses atrás» cuando este tipo de negocios «contaron con privilegios» respecto a establecimientos de hostelería.
La diputada ha tachado de «burla» que haya transcurrido seis meses entre la presentación de la pregunta y su respuesta en comisión en un momento en el que, tras la imposición de nuevas restricciones el pasado 26 de enero, las casas de apuestas y salones de juego se encuentran cerrados del mismo modo que toda la hostelería, gimnasios u otros centros de ocio.
En su respuesta, Villanueva ha reconocido que esta pregunta «tenía sentido» cuando fue presentada (en agosto), al tiempo que ha defendido que, mientras estuvieron abiertos, existió un «estricto control» de las medidas sanitarias estos establecimientos.
Así, ha asegurado que no se presentó «ninguna denuncia» por violación de las normativas relacionadas con el covid en negocios de un sector para el que ha demandado «respeto» porque de él dependen «1.800 familias».
CONTROLES EN LAS MÁQUINAS
Asimismo, en respuesta al diputado del BNG Luís Bará, que censuró en su intervención el «trato de favor descarado» de la Xunta hacia el sector y los «vínculos íntimos» del PP con su patronal; Santiago Villanueva ha señalado que depende de los propios hosteleros prohibir que menores de edad puedan usar las máquinas de apuestas deportivas que se instalan en bares, restaurantes y cafeterías.
En este sentido, después de que el parlamentario nacionalista advirtiese que los menores tienen a su disposición este tipo de máquinas «al lado» de los institutos, el responsable autonómico defendió que la activación del mando que permite bloquear el uso de las máquinas a los menores debe ser solicitado por el propietario del negocio de la hostelería.