El pleno del Ayuntamiento de Santiago ha aprobado la cuenta general del año 2019 con los votos a favor del grupo socialista y la abstención de PP, Compostela Aberta y BNG.

El alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, ha destacado que «queda mucho camino por recorrer y mucho camino por mejorar», pero ha valorado que el consistorio está «al lado de la ciudadanía desde el punto de vista de las ayudas efectivas».

La aprobación de la cuenta general de 2019 la defendió la concejala de economía, Marta Abal, quien justificó que el presupuesto de 2019, que estuvo en vigor en el último cuatrimestre, daba respuesta a las necesidades de crédito de más de 6 millones que existían en el ayuntamiento.

Además, ha destacado que la inversión «no se puede ver solo en términos de capítulos 6 y 7 de inversiones, sino también en el gasto por habitante, que se incrementó en cultura (11,81%), en educación (2,22%), en medio ambiente (0,71%) en vivienda y urbanismo (2,37%), y en servicios sociales y en promoción social (1,16%)».

Con todo, ha reconocido que los datos son «muy mejorables» y ha asegurado que en eso «se está trabajando». Entre otros aspectos a mejorar ha citado el periodo medio de pago a proveedores.

PP

Por parte del PP, el grupo ha calificado esta cuenta general de 2019 como «un manual de descontrol y desgobierno», al asegurar que en el balance «constan más de 200 reparos de intervención, por gastos de casi 9 millones de euros».

Añade que «se adjudicaron casi 5 millones de forma directa y 2,2 millones sin publicidad», además de dejarse «sin ejecutar 36 millones» y «de lo destinado a inversiones únicamente se ejecutó un 26%», según los populares.

COMPOSTELA ABERTA

Por otra parte, Compostela Aberta reclama al gobierno municipal «que agilice el pago de las ayudas sociales a través del sistema del anticipo de caja fija».

La concejala María Rozas cuestiona que el Ayuntamiento acordara introducir esta herramienta en abril, en la primera ola de la pandemia, «y no llegara a utilizarla nunca».