El Ayuntamiento de Pontevedra ha aprobado este viernes en un pleno extraordinario el presupuesto municipal para 2021, que asciende a 80,7 millones de euros. Los votos a de los ediles del grupo de gobierno, compuesto por BNG y PSOE, bastaron para sacar adelante unas cuentas a las que se opusieron el PP y el edil no adscrito, Goyo Revenga, que participó en el pleno de manera telemática y no quiso intervenir en el debate.
El concejal de Hacienda, Raimundo González, ha defendido las medidas «drásticas y contundentes» para recuperar la economía que están contempladas en estas cuentas municipales que ha enmarcado en la situación «excepcional» con una crisis de «grandes dimensiones» creada por la pandemia de la covid-19.
El edil nacionalista ha asegurado que ayuntamiento de la capital de provincia pondrá «todos sus recursos» a disposición de los programas de reactivación económica con una inyección de liquidez para afrontar nuevas inversiones, al entender que «es la única manera posible de remontar la economía».
Además, ha recordado que, con la incorporación de los remanentes en primavera, se movilizarán este año unos 100 millones de euros. Frente a la reclamación de los populares de más gasto social, Raimundo González criticó a la oposición por no entender el presupuesto, ya que «pide el 10% para gasto social y resulta que se aporta el 25%».
Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Rafa Domínguez, ha acusado al gobierno municipal de estar «absolutamente alejado de la realidad» y de las necesidades de los pontevedreses, al tiempo que ha calificado el presupuesto como un «corta y pega del año pasado con pequeñas modificaciones».
Domínguez ha dirigido sus críticas al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, a quien ha acusado de «no hablar con nadie, no se reúne con nadie y se ha escondido en un despacho todos estos meses».