El mal viento que arrastra la borrasca Bella ha mantenido amarradas todo lo que va de semana la práctica totalidad de la flota del puerto lucense de Burela, que remata así un «año horroroso» para el sector, según ha explicado el presidente de la Cofradía de Pescadores local y presidente de la federación nacional, Basilio Otero.
Esta situación ha provocado que no se cumplan las expectativas en cuanto a ventas en la campaña de Navidad y se espera que los próximos días la situación persista y los barcos continúen «amarrados a puerto».
«La borrasquita de nombre Bella nos vino a rematar un año horroroso, ahora lo que toca es paciencia no queda otra», ha explicado, resignado, Basilio Otero.
No obstante, destaca, el pescado sigue «en el mar y sigue creciendo» con lo cual, «en vez de cogerlo de un kilo», se capturará «ya con un kilo cien o un kilo doscientos» en cuanto la situación meteorológica mejore.
«No mandamos en el mar y el tiempo viene como viene», ha asumido Otero, que ha utilizado una metáfora del sector para definir este 2020: «Hay que fondearlo con un ancla bien grande y que no vuelva a asomar un año como este». «Ha sido un año para olvidar, sobre todo por la gente que se nos ha ido», ha concluido el patrón burelés.