El Grupo de Construcción Noroeste, integrado por la Confederación Asturiana de la Construcción, la Federación Gallega de la Construcción y la Cámara de Contratistas de Castilla y León, ha reclamado este miércoles a las administraciones central, autonómicas y locales «un mayor y decidido esfuerzo inversor en infraestructuras y obra pública en general», al tiempo que pide que tanto los remanentes municipales como los fondos europeos que recibirá España «se destinen en parte a la industria de la construcción, uno de los sectores que mejor está resistiendo la crisis».
Así lo han manifestado los presidentes de CAC-Asprocon, Joel García; la Federación Gallega de la Construcción, Diego Vázquez; y la Cámara de Contratistas de Castilla y León, Enrique Pascual, al término de una reciente reunión por videoconferencia en la que abordaron asuntos de interés común para un sector que cuenta en estas tres comunidades autónomas con cerca de 20.000 empresas y 172.000 trabajadores.
Los responsables de las tres patronales han destacado que la industria de la construcción ha resistido mejor que otros sectores el impacto inicial de la pandemia, manteniendo la actividad y el empleo, evidenciando que puede ser uno de los motores de la recuperación y un rápido generador de nuevos puestos de trabajo.
No obstante, entienden que para alcanzar este objetivo se necesita un mayor compromiso inversor en obra pública por parte de todas las administraciones, así como la urgente puesta en marcha de mecanismos que agilicen las licitaciones y la concesión de licencias de obra.
El Grupo de Construcción Noroeste señala también que la llegada de los fondos europeos destinados a hacer frente a la crisis provocada por la pandemia debe ser aprovechada para impulsar proyectos relacionados con las infraestructuras y la construcción con el fin de mejorar la competitividad del Noroeste y hacer frente a sus retos demográficos, evitando que esta zona del país, donde viven cerca de 6,3 millones de personas, sea relegada a un segundo plano, como ha ocurrido en otras ocasiones.
«Estos fondos millonarios, unidos a los remanentes de los ayuntamientos, deberían ser destinados en gran medida a la industria de la construcción, la cual ha demostrado su capacidad para crear empleo con gran rapidez por lo que en estos momentos puede desempeñar una función tractora para la recuperación de la economía española, en general, y del Noroeste, en particular», sostienen las patronales.
Más allá de las medidas sociales necesarias para paliar en lo posible el enorme impacto que la crisis está teniendo en numerosos colectivos, desde el Grupo de Construcción Noroeste se pone de manifiesto que la inversión productiva es la más social de todas porque favorece el empleo y el desarrollo económico de las personas.