El sector hostelero de Vigo ha vuelto a salir a la calle este martes, con una caravana reivindicativa de coches que han recorrido el centro de la ciudad, para volver a reclamar un «plan de rescate» para este sector y para denunciar su situación, especialmente la del ocio nocturno, que «lleva 8 meses cerrado» y no tiene horizonte de futuro acerca de la recuperación de su actividad.
El presidente de la Asociación Provincial de Establecimientos Musicales y Establecimientos Reglados (APEMER), Carlos Rodríguez, hga explicado que la inmensa mayoría de estos locales llevan 9 meses cerrados y sin poder facturar pese a haber hecho inversiones para cumplir los protocolos de seguridad.
Según ha denunciado, el sector está «harto» de «escuchar hablar de ayudas que no llegan», y ha apuntado que estos negocios ya no necesitan ayudas, sino un «rescate». Al respecto, ha recordado que, pese a no tener actividad, han seguido pagando alquileres, cuotas de Seguridad Social y autónomos.
También ha denunciado que, pese a haberse acogido a Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE), éstos no están siendo «eficaces» porque algunos trabajadores están cobrando con retraso, hay «muchos errores burocráticos», y se da la circunstancia de que se les obliga a mantener los empleos durante un año cuando retomen la actividad, «cuando ni siquiera sabemos cómo vamos a reactivar, con qué horarios y con qué aforos». «Están arruinando las empresas y destruyendo empleo», ha lamentado.
PROTOCOLOS DE SEGURIDAD
Carlos Rodríguez ha incidido en que el sector hostelero y, en concreto, el sector del ocio nocturno, han sido «los primeros» en trabajar con protocolos de seguridad sanitaria y ha subrayado que los empresarios estarían dispuestos incluso a hacer test de antígenos a los clientes.
En ese sentido, el portavoz de APEMER ha recordado que los pubs y discotecas fueron los únicos negocios que, el poco tiempo que pudieron abrir durante la pandemia, hicieron registro de todos sus clientes.
Según ha recalcado, no se registraron brotes ni hubo casos demostrados de contagios en estos locales, más allá de un empleado de un establecimiento que dio positivo, porque se había contagiado en un gimnasio, y sin que hubiese consecuencias para el resto de trabajadores ni clientes del local.
Por todo ello, los hosteleros, con apoyo de empresas de distribución y taxistas, han vuelto a protagonizar este martes una caravana de protesta, que ha salido de la Avenida de Samil en dirección al centro de la ciudad, y ha acabado en el monte de O Castro.
Así, decenas de vehículos, camiones y furgonetas de reparto han recorrido las calles de Vigo adornados con globos rojos y negros, y con carteles donde podían leerse lemas como ‘Por un plan de rescate justo para el sector’, ‘Salvemos la hostelería’o ‘No somos el problema’.