El exministro y economista Miguel Sebastián ha descartado que se vaya a producir una recuperación económica «gradual» y ha augurado que el 2021 será «horrible» o «buenísimo» en ese sentido.
Preguntado en un encuentro celebrado por la Universidade de Vigo (UVigo) para analizar las consecuencias económicas de la pandemia, Miguel Sebastián se ha mostrado «optimista» y ha confiado en que el PIB alcanzará niveles del cuarto trimestre de 2019 en ese periodo del próximo año.
Así, ha afirmado que se podrá producir una «aceleración del consumo» que dará lugar a un periodo similar al de los «felices años 20» del siglo pasado motivado por el elevado nivel de ahorro de la ciudadanía y «una política fiscal muy expansiva». Sin embargo, ha advertido de que esa «fiesta» podría ocasionar «crisis inflacionistas» o un «cuello de botella» al no poder afrontarse la demanda.
El que ostentara la cartera de Industria, Turismo y Comercio durante la etapa de Zapatero ha explicado que otra posibilidad es que se entre en una crisis de deuda con destrucción de empresas en el año 2021, lo que podría representar «una catástrofe no vista en mucho tiempo».
En todo caso, ha recalcado la relación entre la gestión de la pandemia y la economía y ha asegurado que los países que han sido «exitosos» al afrontar la crisis sanitaria lo serán también en su vertiente económica. Por ello, ha reprobado que en España se empiece a «relajar» pese a estar «muy lejos del objetivo» y ha afirmado que el retraso del toque de queda en vísperas de festivos navideños «incitará a fiestas de 2,00 a 7,00 horas» que «tampoco son extrañas en Nochevieja».
CONSECUENCIAS DE LA CRISIS
Asimismo, el economista ha considerado que esta crisis ha conllevado que «China se convierta en el líder mundial» al «derrotar» el modelo de gestión de la pandemia occidental, por lo que ha afirmado que las empresas deberán comenzar a enfocar su negocio hacia mercados asiáticos.
De cara al futuro, ha augurado que el teletrabajo «se va a quedar como una forma más eficiente de trabajo» tras este periodo, que ha «dañado» a la economía sumergida, y ha mostrado su esperanza de que se realice una mayor apuesta por la ciencia.
También ha asegurado que «hay buenas perspectivas» para la industria del automóvil y la economía viguesa dada su vinculación a este sector «estratégico» y ha incidido en que se debe perder el «miedo» a la transformación digital y sus consecuencias en el empleo.
Por otra parte, Miguel Sebastián ha visto un «error» acometer una subida de impuestos en una crisis y ha considerado que «endeudarse» es lo que se «tiene que hacer» en esta situación al tiempo que ha valorado la suspensión la regla de gasto para los ayuntamientos. Asimismo, ha elogiado la articulación de medidas como los ERTE, aunque ha apuntado que el «diseño» del Ingreso Mínimo Vital (IMV) no ha permitido su utilización como un «herramienta de emergencia».
En otro orden de cosas, ha advertido de la posibilidad de que los fondos europeos Next Generation «se pierdan en una maraña democrática», por lo que ha planteado que empresarios «con experiencia internacional» e incluso jubilados puedan aportar «su grano de arena» a su gestión y la supervisen.