Los sindicatos que representan a los trabajadores de la planta de Alcoa en Cervo (Lugo) confían en que la justicia les vuelva a dar la razón, en este caso en el juicio por la demanda contra el expediente de regulación de empleo (ERE) que se celebra el jueves, ya que los tribunales ya han declarado la nulidad de otros despidos colectivos por falta de negociación.
Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press la abogada María Veiga, de CC.OO., central a la que pertenece el presidente del comité de empresa de la fábrica, José Antonio Zan.
Zan y otros compañeros han comparecido este martes ante los medios de comunicación para denunciar que el ERE es «una pantomima» y también para acusar a la empresa de intentar «enfrentar» a trabajadores de las dos plantas, la de aluminio (que pretende cerrar) y la de alúmina (que quiere seguir operando).
Al respecto, han asegurado que «las causas del ERE no son las expuestas» por la multinacional, ya que el precio de la luz es «el más bajo» de los últimos años y la demanda de aluminio de China «va en aumento y se están abriendo plantas en Europa».
«Esto fue una decisión corporativa que se tomó en Pittsburgh por motivos estratégicos. Primero se tomó la decisión y después buscaron una justificación que no se ajusta a la realidad», ha advertido.
De ahí que hayan vuelto a instar a la compañía a sentarse a negociar para que haya una venta de la factoría, al tiempo que han urgido «una solución política» por parte del Gobierno al margen de mostrarse confiados en que la justicia les dé la razón y eche abajo el despido colectivo.
Entre otras cuestiones, han avisado de «recortes» en mantenimiento que ponen «en riesgo» la seguridad de los trabajadores. «Ya era lo que nos faltaba, que tuviéramos un brote de legionela», han ejemplificado.
«ABUSO Y OPACIDAD»
Por su parte, la abogada María Veiga, de Comisiones Obreras, avanza que la petición principal del jueves, cuando el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acogerá el juicio por la demanda contra el despido colectivo, es que este se declare nulo «porque la empresa no negoció con los trabajadores en la comisión negociadora».
«Y lo dice la propia la Xunta, la autoridad laboral y la inspección de trabajo», llama la atención. «Bajo nuestro punto de vista, invalida todo el procedimiento, porque no lo hubo», subraya.
A mayores de esto agrega, sobre las causas alegadas por la multinacional en la memoria técnica, que «tampoco existen y se van cayendo cada vez más», en referencia, por ejemplo, a la demanda de aluminio y el precio de la energía.
Con todo, la abogada se centra en que Alcoa actuó «con absoluta mala fe porque intentaron engañar, presentar una situación en la fábrica que no hay».
Destaca que hay precedentes de tribunales tumbando expedientes de regulación por falta de negociación y que, en concreto, «cuanto mayor es la envergadura de la empresa, más suelen ocurrir estas cosas», al «tender al abuso y a la opacidad». «No es extraño ver expedientes en que se acuerde la nulidad del despido por falta de negociación», ha incidido.
«Es una práctica bastante habitual en empresas de esta envergadura porque tienen muchísimas herramientas para poder marearnos y generar oscurantismo, escondernos resultados», expone. En el caso de Alcoa, tener la sede en Estados Unidos «le ayuda a confundir sobre la situación real», asegura.
Sobre la vista del jueves, se muestra confiada y hace hincapié en que la pregunta que le harán a la sala los representantes de los trabajadores es «si una empresa del calado de Alcoa, con los beneficios que tiene y la capacidad de afrontar dificultades, puede acogerse a un artículo de una ley española para empresas en crisis para despedir cuando no está en crisis».
En este sentido, reitera que no hay «ni causas económicas, ni técnicas, ni organizativas, ni de producción» para el despido colectivo. «¿Realmente una multinacional nos la puede colar?», finaliza.