El expresidente de la Xunta Fernando González Laxe, catedrático de economía aplicada de la Universidade da Coruña, ha advertido de la «gran profundidad de las cicatrices sociales» que deja la crisis de la covid-19 entre la población gallega. «Es necesario reaccionar», ha avisado.
En su intervención en la comisión no permanente especial de estudio sobre la reactivación económica, social y cultural de Galicia por la crisis de la covid-19, González Laxe se ha referido al desempleo, al «aumento» de la pobreza y a la «interrupción» de la educación, cuestión que le «preocupa».
En este escenario, ha pedido políticas de «atención y prestación» para los sectores más vulnerables, también «evitar la estandarización de las soluciones» y «no continuar como hasta ahora», ya que actualmente el mundo es «otro». En el contexto que configura la pandemia, según ha incidido, hay que intentar no «quedar descolgados como perdedores».
Para ello, ha demandado «acuerdos entre todos los agentes» y el diseño de políticas y acciones «viables, factibles y útiles», con la potenciación de la industria como uno de los sectores clave.
A su juicio, es preciso «contar con una base económica que acepte y esté preparada para asumir ese cambio» y rechaza la utilización del «efecto regadera de las subvenciones». «Hay que priorizar», ha resaltado.
Precisamente en lo relativo a las ayudas que provienen de la Unión Europea, ha recomendado «trabajar en base a la empresa, que es la que genera empleo» y «a favor del país», campo en el que «entran las políticas sociales y culturales, planteadas dentro de un concepto de marca país».
Así, ha llamado a «aprovechar estos proyectos financieros europeos para adaptarse cambiando, modificando y reestructurando el modelo productivo» de Galicia.
«No vale lo que teníamos de antes porque aún tenemos ciertas deficiencias», ha concluido, en alusión al tamaño medio de las compañías gallegas, a su nivel tecnológico y de formación y al patrón de especialización en industrias «maduras».