La hostelería compostelana toma las calles en defensa del sector. Cientos de personas se han concentrado y se han manifestado en Santiago para denunciar las consecuencias de las restricciones que sufren estos locales y el escenario crítico al que se ven sometidos y para reclamar a la Xunta que impulse un plan de rescate, con medidas de apoyo específicas que permita sacar a estos negocios de una situación «límite».
Los responsables de estos locales insisten en que no son un problema, sino «parte de la solución» y apelan a que el sector representa cerca del 20 por ciento del PIB gallego y se ve sometido a medidas «desproporcionadas», a pesar de que el Ministerio de Sanidad reduce los brotes en locales de ocio a un 2,1% del total y al 4,7% de los casos activos.
El sector se concentró sobre las 11,00 horas en la Praza do Obradoiro compostelana, con un cumplimiento escrupuloso de la normativa y de las medidas de distanciamiento interpersonal. Los actores Federico Pérez y Patricia Vázquez pusieron voz al manifiesto y a las reivindicaciones de los negocios compostelanos, que denuncian la situación «insostenible» en la que se encuentran.
Los trabajadores y representantes de estos negocios reclaman diálogo y que la Asociación de Hostelería y del ocio nocturno pueda estar en los foros en los que se debate y se discute sobre el sector y censuran que «no existe un plan de rescate, más allá de anuncios improvisados que no se concretan», de la mano del Gobierno gallego.
En este sentido, denuncian la «criminalización» a la que se ven sometidos, del mismo modo que en otros sectores de la sociedad, a pesar de que Galicia es el tercer territorio por la cola en número de casos por 100.000 habitantes y de que su actividad estuvo marcada por el cumplimiento «escrupuloso» de las medidas de seguridad, como demuestra la «práctica inexistencia de sanciones que existen».
MEDIDAS DE SEGURIDAD
De hecho, la seguridad marcó completamente la protesta. La marcha salió del emplazamiento con filas totalmente organizadas por las propias entidades convocantes, y que han estado vigilantes durante todo el trayecto de la manifestación.
La comitiva estuvo compuesta por cientos de trabajadores y caras conocidas de los locales y negocios de la capital gallega, tanto del ocio nocturno como de la propia restauración.
En declaraciones a los medios, Lois López, de la directiva de la Asociación Hostelería Compostela, ha calculado el apoyo del sector en la manifestación entre 1.500 y 2.000 personas y lo ha reivindicado para evidenciar el rechazo a las medidas «desproporcionadas» que sufren, las mismas que otros territorios que cuentan con una incidencia acumulada «que triplica» la gallega.
En todo caso, «si esas medidas son las que tienen que ser y si no hay otra manera de combatir a la pandemia», ha advertido, deben acompañarse de un plan de rescate económico para que estos negocios puedan afrontar los gastos fijos y no se vean obligados a decretar el cierre.
Al respecto, ha asegurado que los cálculos que manejan indican que el 30 por ciento de los establecimientos se verán obligados a «cerrar definitivamente» en caso de que no existan estas ayudas, necesarias para «poder seguir manteniendo estos negocios».
APOYAR A LOS PERJUDICADOS
La marcha contó, a su vez, con el apoyo de los diferentes grupos políticos de la corporación compostelana y con la presencia del regidor local, Xosé Sánchez Bugallo.
El alcalde ha trasladado su respeto al cumplimiento de la normativa, una cuestión que no es «contradictoria» con la necesidad de que se impulsen medidas para aquellos sectores que «se ven gravísimamente afectados» por la ejecución de estas restricciones y que están en situaciones «muy precarias», al tener que seguir asumiendo el pago de alquileres e impuestos, entre otros.
«Esto es como una guerra y hay un mando único. Si se quiere ganar la guerra lo que no podemos dedicarnos es a cuestionar las directrices que establece ese mando», ha reconocido, pero para advertir a «quien dicta» estas directrices de que tiene que «ser consciente del alcance y consecuencias» de estas medidas y elaborar un plan de compensaciones para apoyar a los perjudicados.