El Ministerio de Industria asegura que «seguirá trabajando para lograr una solución que mantenga el empleo y las capacidades industriales en Lugo», tras el anuncio de Alcoa de aplicar un despido colectivo para 524 trabajadores de la planta de aluminio de San Cibrao, en Cervo.
«Los trabajadores, sus familias y la comarca de A Mariña tienen el apoyo del Gobierno», indica el departamento que dirige Reyes Maroto en un breve comunicado de prensa.
En la nota de prensa, en la que no avanza de qué manera buscará esa solución, se limita a apuntar a ese trabajo «para lograr una solución que mantenga el empleo».
Poco antes de emitir este comunicado, en el que repite reproches a Alcoa que ya le hizo cuando fracasó la negociación para la venta de la factoría, el comité de empresa avisó al Gobierno de que es hora de «dejase de palabras» y «pasar a los hechos» con la intervención de la planta.
Por su parte, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, apuntó a la impugnación del ERE, a la solicitud de medidas cautelares y a continuar con las labores conjuntamente con el Ejecutivo central, al que le corresponde actuar para «garantizar» la venta a otro operador interesado en proseguir con la producción de aluminio en A Mariña.
«CONFLICTO INNECESARIO»
«Alcoa es la única responsable del fracaso en las negociaciones de venta de la planta de San Cibrao (Lugo). Por tanto, el Gobierno considera que la dirección de Alcoa empuja a los trabajadores y a las Administraciones a un conflicto innecesario ya que había soluciones para alcanzar un acuerdo de compra-venta», señala Industria.
Así las cosas, el ministerio reitera su malestar «por el hecho de que Alcoa abandonara la negociación no respondiendo a la propuesta del Gobierno de que sea la SEPI la que actuara de intermediaria para la venta de la planta a Liberty House».