La Consellería de Facenda, de la que ahora dependen los trabajadores públicos, trabaja ya con la nueva regulación del teletrabajo para adaptarse a la nueva normativa estatal. En este sentido, reunirá a las centrales sindicales la próxima semana para presentar el borrador del documento.
Lo ha anunciado en la Comisión Institucional del Parlamento el director de Avaliación e Reforma Administrativa, Jesús Oitavén, en respuesta al diputado socialista Pablo Arangüena, quien pidió conocer la opinión del Gobierno gallego al respecto de esta modalidad de trabajo, sobre todo, después del contexto de pandemia.
Fuentes sindicales han confirmado a Europa Press que la Consellería de Facenda se ha puesto en contacto con los representantes de los funcionarios públicos para mantener este encuentro y avanzar la intención de regular el teletrabajo.
Oitavén, que destacó que la Xunta inició en 2011 los primeros pasos para el teletrabajo y en 2015 lo reguló, ha lamentado que la Administración autonómica «tuvo que esperar hasta el 30 de septiembre» de este año para contar con un decreto-ley del Ejecutivo autonómico.
LA PRIMERA EN ADAPTARSE
«Diez días después de este real decreto, le anuncio el desarrollo de una nueva regulación», ha avanzado en la comisión, en la que indicó que ahora se iniciará un proceso de negociación sindical, tras lo que Galicia «será la primera comunidad en adaptarse a la nueva normativa de empleados públicos» en el conjunto del Estado.
«Quien no estaba ni se le esperaba es la administración del Estado», ha recriminado Oitavén, quien ha explicado que la normativa autonómica regulará el teletrabajo ordinario y extraordinario, entendiendo este último el derivado por una situación como la covid u otra situación individual o colectiva –de vulnerabilidad, violencia machista o acontecimiento extraordinario–.
Además, ha explicado que la Xunta baraja ampliar el espectro de puestos de trabajo detectados como susceptibles de desarrollarse a través del teletrabajo. En el análisis de 2014 se constataron 2.640, el 16 por ciento del total.
Otra de las propuestas es modificar la fórmula de jornadas máximas de teletrabajo a la semana y sustituirlas por mensuales. «La Xunta considera que avanzar en el teletrabajo es un objetivo ambicioso y pensamos que lo podremos cumplir a lo largo de la legislatura», ha destacado.
Oitavén, en su intervención, también ha dado a conocer algunos datos de esta modalidad. Entre el 1 de enero y 1 de octubre de este año se han concedido 625 permisos de teletrabajo –391 en los servicios centrales y 234 en los periféricos–, unos datos que contrastan con las 69 en el mismo periodo de 2019 (un 860,67 por ciento). El total de concesiones de teletrabajo significa el 23,67 por ciento de los susceptibles de serlo.
El alto cargo de la Xunta también ha destacado que el Gobierno autonómico ha definido la reincorporación de funcionarios, en el marco de la desescalada tras el estado de alarma, en tres fases, con la incorporación del 46,3 por ciento, el 57,69 y el 80,96 por ciento de los empleados públicos en junio, julio y septiembre.
Todavía pervive el teletrabajo por causa covid para casos de especial vulnerabilidad de los empleados o por el eventual cierre de centros educativos.
El diputado socialista Pablo Arangüena, que pidió conocer la opinión de la Xunta sobre el teletrabajo, lamentó que tras la primera intervención, Oitavén solo había respondido «genéricamente» y había descrito una «Galicia retablo de las maravillas». El anuncio del alto cargo se hizo cuando ya no había turno de intervención del diputado.