El presidente del comité de empresa de la planta de Alcoa, José Antonio Zan, ha avanzado que demandará a la empresa que se amplíen las negociaciones con la SEPI para la venta de la planta, pero ha insistido en que rechaza la aplicación de un ERTE, al igual que un ERE, al considerar que supondría un «despido en diferido» para los trabajadores.
Así lo ha trasladado durante el segundo receso de la mesa negociadora con Alcoa, que se celebra en Nigrán (Pontevedra), donde ha detallado que se ha parado de nuevo la sesión para analizar la información relativa al ERTE planteado por Alcoa que esta misma les envía por correo electrónico. De este modo, ha criticado que no haya propuesto esta medida en el marco de la mesa de negociación.
Precisamente, durante el primer receso, Zan denunció que Alcoa intentó condicionar la venta de la fábrica a la SEPI a la aplicación de un ERTE o un ERE a los trabajadores sin informar a estos de ello, una información que se les trasladará finalmente por correo electrónico.
«El ERTE en la planta de aluminio significa lo mismo que el ERE porque es parar cubas y, si paras las cubas, matas la planta igual (…). Es un despido en diferido», ha denunciado Zan.
Además, el presidente del comité de empresa ha señalado que la representación de los empleados volverá a reclamar que se atiendan los dos requerimientos de la autoridad laboral y que se paralice el ERE para dar tiempo a alcanzar un acuerdo con la SEPI.
Así, ha demandado que Alcoa dé un plazo de «15, 20 días o un mes» para lograr un acuerdo con la SEPI al entender que los términos de la propuesta son «razonables». También ha vuelto a acusar a la empresa de no querer negociar, sino «importar el total de aluminio de Arabia Saudí y otras plantas».
En la medianoche de este domingo finalizó sin acuerdo el plazo de seis semanas que se dieron Alcoa y Liberty House para negociar la venta de la factoría. En este contexto, este lunes ha tenido lugar la última reunión (telemática) de la mesa multilateral de información sobre la evolución del proceso.