El calendario de las negociaciones entre Liberty House –parte del grupo GFG Alliace– prevé que los análisis concretos del estado de la planta de Alcoa en San Cibrao (Cervo, Lugo), un proceso conocido como ‘due diligence’, se realicen desde el 31 de agosto al 11 de septiembre, tras lo que el grupo de origen británico presentará su oferta vinculante.
Así lo abordaron en la mesa multilateral convocada este jueves Alcoa, el comité de empresa de la planta de San Cibrao, los sindicatos, la Xunta y el Gobierno central, un encuentro tras el cual el conselleiro de Economía, Emprego e Industria en funciones, Francisco Conde, afirmó que el Ejecutivo gallego ha ofrecido su colaboración «desde el punto de vista administrativo y de acompañar las inversiones».
Conde reveló también que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, mantuvo este mismo jueves una reunión con responsables de Liberty House, en la que les pidió que concreten su plan industrial y que hagan una «apuesta firme» por realizar inversiones que garanticen la viabilidad de las instalaciones.
Las dos empresas comenzaron con los contactos el 13 de agosto, el mismo día en que se firmó el acuerdo para ampliar seis semanas el periodo de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) para más de 500 empleados, indicó el comité de empresa en un comunicado. Ahora, se encuentran en la fase inicial de toma de contacto, en la que se abordan «los términos generales» de la venta.
A continuación, en las dos primeras semanas de septiembre, dará comienzo la ‘due diligence’. El conselleiro indicó que, con esta auditoría, Liberty podrá conocer el estado de la planta, su «actualización y mantenimiento» y calcular «las inversiones que necesita para que pueda ser competitiva». Una vez superado este proceso, el grupo presentará una «oferta vinculante», manifestó Conde.
En la última fase, apuntó el comité de empresa, se podría cerrar un preacuerdo para la venta, que estaría «a expensas» de la aprobación de todos los organismos pertinentes.
El encuentro de este jueves es el primero de los pactados en el acuerdo de ampliación del periodo de consultas del ERE para que todas las partes hagan un seguimiento del proceso de negociación entre Liberty House y Alcoa y fue convocado por esta última.
El presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, explicó que, las dos empresas deben negociar también las concesiones y servicios compartidos, así como la venta de alúmina –Alcoa posee otra planta de este material en la zona–. Los representantes de los trabajadores pedirán reunirse también con Liberty House para «tener claro» qué es lo que cada compañía «ve dentro del proceso y lo que no».
«TODA LA INFORMACIÓN» PARA LIBERTY
Por su parte, el conselleiro indicó que todas las partes deben dar «toda la información» al grupo británico para que este presente su oferta por la planta en el plazo establecido, por lo que ha pedido «proactividad» a Alcoa para llegar a un acuerdo.
Al Gobierno central Conde volvió a reclamarle «certezas sobre el precio eléctrico». El plan de Liberty, dijo, necesitará tiempo para implementarse e inversiones, por lo que consideró hace falta «un precio eléctrico transitorio que garantice esta viabilidad».
El Ejecutivo estatal, insistió, debe «dar respuesta al estatuto de los consumidores electrointensivos y a los mecanismos de CO2». «Sobre todo debe dar certezas de que Liberty puede comprar la planta sabiendo que va a poder disponer en Galicia de ese precio competitivo de forma transitoria, mientras ese precio eléctrico no se puede poner en marcha, y, por lo tanto, a través de las inversiones en renovables se pueda abaratar el precio de la planta», defendió.
«LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD»
Conde reiteró que la Xunta quiere estar en «la solución» para «encontrar un futuro para esas 1.00 familias» que dependen de la planta de San Cibrao y ha destacado que esta «es la última oportunidad».
Liberty, agregó, es una multinacional que «está haciendo inversiones importantes» en el sector del aluminio y el acero y es «una oportunidad para garantizar ese futuro». El Gobierno gallego, afirmó, «va a acompañar el plan industrial» del grupo británico «para poder darle viabilidad».
LA POSTURA DE ALCOA
Alcoa defendió en un comunicado que trabaja «con diligencia con el propósito de lograr una venta responsable» que «garantice la viabilidad de la planta y preserve el empleo» y señaló que la decisión final sobre si se concreta la operación «se ha de basar en términos comerciales razonables».
La empresa informó de que ha mantenido ya varios encuentros con el potencial comprador y recordó que el proceso de negociación es «en exclusiva» con Liberty House, por lo que no se pueden incorporar otros potenciales compradores. Se desarrollará en tres fases a lo largo de seis semanas, hasta el 28 de septiembre, de acuerdo con la propuesta de GFG Alliance.
Alcoa señaló que seguirá operando las cubas de eletrólisis y la fundición durante el proceso y afirmó que trabaja «de la manera más eficiente posible» en el proceso. «Como en toda negociación, esperamos que ambas partes contribuyan al acuerdo», concluyó.