El presidente del comité de Alcoa, José Antonio Zan, denuncia que los trabajadores están «solos», «abandonados por las administraciones», después de una negociación de más de 24 horas sin acuerdo con la multinacional. La empresa se enroca en parar las cubas y no acceder a la venta del complejo de A Mariña para evitar el despido colectivo.
En declaraciones esta mañana de miércoles, Zan se ha quejado de que la empresa «se ha escapado» después de hacerles entrega del acta de desacuerdo de las consultas del ERE –cuyo periodo de negociación ha terminado este miércoles– con la intención de volver sobre las 13,30 para volver a reunirse, mientras los trabajadores llevan «secuestrados» unas 28 horas.
«Cómo pueden dejarnos aquí solos», se pregunta Zan, «con una multinacional que se está riendo del Estado y la Xunta de Galicia». «Muchas advertencias, muchos ultimátums, pero la empresa sigue haciendo lo que le da la gana», censura. «Aquí tiene que venir alguien y actuar ya», sentencia.
Después de que la Xunta remitiese una advertencia a Alcoa de que debía desistir del ERE para no incurrir en una actuación de mala fe, Zan pregunta qué situación puede haber de «más mala fe que esta». «¿A qué tienen que llegar estos? ¿Tienen que acabar torturándonos también?», clama.
«A qué está esperando el Gobierno, ¿a ver si de una vez aceptamos un ERTE y hundimos A Mariña lucense?», prosigue en su razonamiento. «Nos ha dejado tirados», agrega.
«Es una auténtica vergüenza cómo se está comportando con nosotros tanto la empresas como las autoridades», arremete el representante de los trabajadores.
Recuerda que el Gobierno «hace semanas que dijo que le daba un ultimátum» a Alcoa para que vendiese, pero «la empresa sigue haciendo oídos sordos», «lo principal para ella es parar las cubas y aplicar un ERE o un ERTE», «le da igual, porque sabe que sería un despido en directo o en diferido».
«ALGUIEN TENDRÁ QUE VENIR AQUÍ A DAR LA CARA»
Y es que avisa de que «alguien tendrá que venir aquí a dar la cara», pues «nadie viene a defender a A Mariña» en lo que define como un «calvario» para los trabajadores. Una negociación con el bufete de Garrigues, que «son auténticas pirañas».
«No podemos permitir que una multinacional pisotee los derechos de todos los trabajadores de esta fábrica», ha zanjado Zan. «Aquí tendrán que venir las autoridades y ponerlos puntos sobre las íes», reitera.
Pide a la Xunta, como autoridad laboral, que proceda a paralizar el proceso. También lamenta que el secretario general de Industria, Raül Blanco, «bien que se acercaba» a las negociaciones en las plantas de A Coruña y Avilés. «Estamos abandonados, estamos solos», incide.
VENTA A LIBERTY HOUSE
Sobre la oferta de Liberty House, José Antonio Zan explica que hace «hace más de dos meses que se interesó por la planta». «Si hubiera querido Alcoa, ya podríamos estar vendidos en vez de seguir un proceso de despido», deja claro.
Además, avisa de que este despido colectivo «le puede llegar a costar dinero a los contribuyentes», a pesar de que hay un comprador interesado en hacerse con la planta.
Por ello, considera que «es vergonzoso que se esté permitiendo un ERE en estas condiciones y que la autoridad laboral no lo haya suspendido ya inmediatamente al ver cómo está acabando este proceso». «No podemos entender dónde están las autoridades en este momento», recrimina.