El presidente da Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), Richard Huerta, confía en recuperar el ritmo de actividad esta semana tras el parón por el ‘caso Fuenlabrada’. «Más que cancelaciones, se notó que se frenaron las reservas», explica para lamentar que las llamadas «se ralentizaron un poco más de lo que ya estaban».
«Parece que el brote está bastante controlado», comenta el representante de los hoteleros, que también advierte de que las reservas, tras la crisis sanitaria, están siendo «todas de última hora». «Si las noticias siguen siendo positivas, malo será que no se recupere el ritmo», resalta.
El sector, afirma Huerta, era consciente de que no sería un verano «como el del año pasado», pero espera que agosto siga siendo el mejor mes turístico para la ciudad. Aunque a estas alturas en 2019 la ocupación era del 70%, subraya, cree que la flexibilidad que están dando desde los establecimientos y el turismo más familiar y gastronómico salvarán la temporada.
En cuanto a los hosteleros, el presidente de la asociación coruñesa, Héctor Cañete, ratifica que el lunes y martes pasados fueron «fatídicos» pero también considera que la situación «se ha normalizado». «Las reservan entran más despacio, pero no solo se puede achacar al Fuenlabrada», explica y apunta a los «rebrotes varios» en toda España.
«La gente tiene miedo de desplazarse, las vacaciones se van parando», resalta, para añadir que el caso específico del club de fútbol madrileño «no ayudó». «Hay un contexto de miedo, que es un sentimiento muy potente, y el turismo cae», asume el portavoz del sector.
NOTICIAS NEGATIVAS
Los hosteleros de La Marina, en el entorno del hotel donde está confinada la expedición del Fuenlabrada, lamentan las consecuencias de las «noticias negativas». «En los viajes nacionales no programados afecta a la toma de decisiones», afirma el presidente de los empresarios, Antón Sáez, que detecta «miedo» y «respeto» entre los clientes.
Por el contrario, el presidente asociación comerciantes Zona Obelisco, Javier Mosquera, cree que el sector está mejorando. «Se notó porque muchos clientes cancelaron reservas y eventos, pero este fin de semana hubo gente en las terrazas», relata, apuntando que la semana pasada «había temor, sobre todo por si los jugadores habían paseado por La Marina».