La planta de Borgwarner en Vigo ha justificado la presentación de un expediente de regulación de empleo (que supondría la extinción de 103 contratos) por la situación del mercado, ligada al descenso de venta de coches con motores diesel, y ha apuntado que su futuro pasa por ganar competitividad y ser capaz de adjudicarse nuevos proyectos.
Así, a través de un comunicado, la empresa ha señalado que la previsión de ventas para los próximos años «continúa en la senda de descenso que ya venía experimentando desde 2018, ligada a la bajada de volumen de los motores diesel». Según ha subrayado, ese descenso es «dramático» y «la gran apuesta de futuro está siendo la entrada del EGR para gasolina».
Con respecto a la extinción de los contratos que ha puesto sobre la mesa (que afectaría a más del 20 por ciento de la plantilla del centro de Vigo), Borgwarner ha señalado que ha mantenido «informado permanentemente al comité de empresa y a toda la plantilla de la situación y de los esfuerzos que se están realizando para atraer carga de trabajo».
«El futuro de la planta pasa por garantizar su competitividad y poder luchar por la adjudicación de nuevos proyectos», ha incidido la empresa, que ha recordado que, en todo caso, ha presentado al comité un plan de acompañamiento para «minimizar el impacto» del ERE «con diferentes medidas».
A ese respecto, la dirección ha trasladado su «intención de negociar» durante el período de consultas, y de «estudiar y valorar» posibles iniciativas que proponga la parte social. Para ello, está prevista una reunión este jueves.