La Xunta ha concedido la autorización ambiental al parque eólico Castrove, situado en el monte de mismo nombre en la cabecera de la ría de Pontevedra, con una extensión que abarca a los ayuntamientos de Poio, Pontevedra, Meis y Barro. Un proyecto que ha provocado diferentes movilizaciones vecinales en los últimos tiempos, además del rechazo de varios municipios de la zona.
Según el expediente que acaba de publicar la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade, esta obra será «ambientalmente viable» siempre que se cumplan diferentes condicionantes que se establecen.
El parque, impulsado por la sociedad Parque Eólico Cadaval y Ventoso, será de 24 megavatios y ha reducido de cuatro a tres su número de molinos para rebajar impactos. Supondrá la apertura de más de 2 kilómetros de viales para la construcción y la excavación de más de tres kilómetros para el soterramiento de cableado, además de la instalación de una subestación.
El informe recoge que el proyecto eólico –que ha recibido más de 600 alegaciones– se encuentra en una zona con «muy alta exposición visual», ya que Castrove, en la cabecera de la ría de Pontevedra «es una referencia visual permanente» en un entorno con una población afectada de más de 200.000 personas. Sus asentamientos más próximos están a un kilómetro, Río Mouro y A Escusa, si bien a pocos kilómetros está la propia ciudad de Pontevedra o Combarro, lugar de interés histórico artístico.
El hecho es que este expediente detecta que en el entorno del proyecto se encuentran diferentes petroglifos, especies en peligro de extinción y hábitats de interés comunitario y prioritario, además de una afección visual para los Bienes de Interés Cultural como los monasterios de Poio y Armenteira, «agravados por la presencia de otros parques eólicos en funcionamiento». No obstante, la Xunta concluye que las medidas correctoras y de control a realizar hacen viable ambientalmente el parque eólico.
Entre otros informes de diferentes departamentos de la Administración gallega, se observa que «en lo que respecta a la posible localización del petroglifo Monte Castrove (declarado BIC en los años setenta), la consulta de las publicaciones que lo dieron a conocer en el pasado indicaría que este se situaría en las estribaciones del monte Castrove, y hacia el emplazamiento del monasterio de Armenteira, no en el pico del monte».
Además, el Gobierno gallego establece actuaciones como «completar lo más rápido posible» trabajos pendientes de documentación de afloramientos rocosos afectados, un control arqueológico sobre posibles aparaciones de bienes, así como medidas correctoras para paliar la visibilidad desde el monasterio de Poio.
COLISIONES DE PÁJAROS
Especial atención se presta al aguilucho cenizo, ave en la categoría de vulnerable entre las especies amenazadas, por lo cual se debe realizar un trabajo previo de su posible presencia.
Además, la Xunta fija que se deben implementar tecnologías para reducir el impacto de colisiones de aves y mitigar la mortalidad mediante sonidos de alerta o la parada de turbinas, junto a la medida disuasoria del pintado de las aspas.