El coordinador del Seminario de Sociolingüística y vicesecretario de la Real Academia Galega (RAG), Henrique Monteagudo, ha alertado sobre la ‘desgalleguización’ a la que se enfrenta Galicia, vistos los datos publicados por el Instituto Galego de Estadística (IGE) sobre el uso del gallego.
«A la vista de las cifras, en un par de décadas probablemente dejaría de haber gallegohablantes menores de 15 años, y la decadencia del gallego se volvería irreversible», ha lamentado.
Concretamente, Monteagudo se refiere al dato de que el 32,44% de niños de entre 5 y 14 años (el 32,44%) sabe hablar «poco o nada» en gallego.
«Es así que, poniendo el foco en los sectores más jóvenes de la población, los resultados son muy reveladores de la evolución esperable si la tendencia hacia la desgalleguización se mantiene», alerta.
A este respecto, recuerda que en 2003, el porcentaje correspondiente era del 43,33%, lo que, en cifras absolutas, supone aproximadamente unos 87.000 jóvenes gallegoparlantes hace 20 años, frente a los 31.000 de ahora.
En el grupo de 15 a 29 años, los gallegohablantes (monolingües o bilingües) representan un 28,18%, cuando hace 20 años representaban el 45,74%. En contraste, los monolingües en castellano suponen el 53,67% en el grupo de 5 a 14 años, lo que implica un incremento de casi 20 puntos desde 2003.
«LE TOCA A CADA UNO REFLEXIONAR SOBRE SUS RESPONSABILIDADES»
Al vicesecretario le preocupa también que «por primera vez en la historia» el gallego tenga un porcentaje de hablantes habituales inferior al castellano (un 46,23% frente a un 53,77%).
Remarca que hace 20 años, los porcentajes eran del 61,20% y del 38,29% respectivamente, «de modo que el gallego descendió 15 puntos».
En cuanto a las cifras de conocimiento del gallego en general, apunta que «en 20 años, el desconocimiento del gallego se ha incrementado, de forma sustantiva, hasta porcentajes nunca vistos».
Y es que un 16,06% de residentes en Galicia que declaran saber hablarlo «poco o nada». Monteagudo recuerda que en 2003, el porcentaje era de 10,43%.
«Le toca a cada uno reflexionar sobre sus responsabilidades en esta deriva hacia la extinción de la lengua del país, comenzando, claro está, por el Gobierno gallego», defiende.
Asevera, además, que «nadie podrá acusar a la Real Academia Galega de no haber advertido, de forma documentada, razonada y reiterada, de la urgencia de cambiar el rumbo». «Es tiempo de hacerlo, ahora o, probablemente, nunca», ha advertido.