La organización Ecoloxistas en Acción ha denunciado ante la Confederación Hidrográfica Miño-Sil la existencia de un emisario de aguas fecales que vierte sobre los manantiales de las traídas de aguas vecinales en Mos, procedente de la Ciudad Deportiva del Celta.
En un comunicado, Ecoloxistas en Acción expone que ha encargado análisis a un laboratorio autorizado en los que se confirma que el vertido «tiene una carga de fecales que supera en 35 veces el máximo permitido». «Gracias a la alerta de un vecino, se detectó esta tubería de gran diámetro que sale soterrada del aljibe de desperdicios de la ciudad deportiva del Celta, y cuuya boca está escondida entre matorrales», señala la organización.
Tras el aviso de este vecino, Ecoloxistas inspeccionó el perímetreo nordeste que limita con el monte de Tameiga, y localizó una tubería de gran diámetro, que sale las instalaciones del club y que «vierte a unos metros ladera abajo, con la boca del tubo escondida entre arbustos».
Según ha denunciado, esta zona de vertido está «a pocos metros» de varios pozos de extracción de las traídas de aguas vecinales de Mos, que abastecen a gran parte de los hogares de las parroquias de Tameiga, Petelos y Sanguiñeda.
Por ello, la organización encargó la realización de un estudio a un laboratorio, cuyos resultados evidencian que ese vertido contiene una alta concentración de coliformes fecales (3.600 ufc/100 ml, cuando el máximo permitido es de 100), y también altas concentraciones de enterococos y estreptococos, o de escherichia coli.
«RIESGO PARA LA SALUD»
Ecoloxistas en Acción ha puesto los hechos en conocimiento de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, porque se está «poniendo en riesgo la salud de las familias que se abastacen del agua de los pozos que se encuentran ladera abajo del vertido». Igualmente, ha informado a la plataforma ‘A auga é vida’ y a la Comunidad de Montes de Tameiga.
La ingeniera forestal y portavoz de la organización ecologista, Elena Álvarez ha subrayado que «el Celta conoce de sobra la existencia de los manantiales y captaciones de agua de las traídas», y a pesar de ello hace un «vertido continuado con alta carga de fecales» que «es una amenaza». «Esto es un delito ambiental, pero también un atentado contra la salud pública que llevaremos ante la justicia», ha advertido.