El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha suscrito las palabras de su conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, y ha recalcado que «en ningún caso» se habló con el Consello Galego de Colexios Médicos sobre posibles cierres de centros de salud o puntos de atención continuada (PAC). Es más, ha llegado a decir que esto es «una línea roja» para la Administración.
Así, a preguntas de los medios de comunicación este jueves, ha reconocido que en la reunión con los colegios médicos del martes se habló de una «reestructuración» de los servicios que podrían pasar por «movimientos puntuales» de personal a donde sea «más necesario» para garantizar la prestación.
Eso sí, las medidas que la Xunta pueda adoptar serán «con un mayor consenso», por lo que Rueda apuesta por «hablarlo con todos, también con las organizaciones sindicales».
En cualquier caso, el presidente gallego ha insistido en que la posibilidad de cubrir vacantes de facultativos pasa «por que se amplíen» las plazas de MIR. Si las hubiera, «todo esto no sería necesario», ha remachado, en la comparecencia posterior a la reunión semanal de su Ejecutivo.
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