El precio medio de los carburantes en España ha remontado esta semana hasta un 1,35% y ha escalado a nuevos máximos históricos, aunque se mantiene contenido al aplicar el descuento obligatorio de 20 céntimos por litro aprobado por el Gobierno que se hace en las gasolineras al pagar.
En concreto, el precio medio del litro de gasóleo y gasolina ha subido por segunda semana consecutiva, después de la Semana Santa, para consolidar su tendencia al alza.
Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE) recogidos por Europa Press, los 1,872 euros por litro del gasóleo representan un nuevo máximo histórico, superando los 1,847 euros de hace una semana.
Para la gasolina, el precio medio del litro también ha repuntado por segunda semana consecutiva, con una subida del 1,1%, para situarse en los 1,837 euros, un nivel tan solo superado por 1,845 euros que tocó a mediados de marzo.
No obstante, estos precios medios no recogen la bonificación de al menos 20 céntimos por litro aprobada por el Gobierno español y que se aplica desde el pasado 1 de abril.
Con la aplicación de la bonificación, la media de los precios se situaría en los 1,637 euros el litro en el caso de la gasolina, y en los 1,672 euros para el gasóleo, aunque esos datos no serían del todo correctos, ya que hay descuentos superiores, dependiendo de la petrolera.
Lo que sí que se consolida una semana más es el ‘sorpasso’ del diésel a la gasolina, con una diferencia de más de tres céntimos, algo que no se producía desde el año 2011.
Con respecto a hace un año, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido un 38,6%, mientras que en el caso del gasóleo es un 57,5% más caro, aunque sin tener en cuenta la bonificación vigente actualmente.
ALZA DEL PETRÓLEO
Estos precios se registran en un entorno de alzas del crudo por el temor a una escasez de suministro tras la propuesta de la Comisión Europea de vetar las importaciones de petróleo ruso este año. Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves por encima de los 110 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba a más de 108 dólares.
El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos.
De este modo, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de la gasolina, sino que lo hace con un decalaje temporal.
A pesar de estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 está en España por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,870 euros el litro, y de la zona euro, con un precio medio de 1,882 euros. En el caso del diésel ocurre algo similar, ya que el precio en la UE es de 1,939 euros y de 1,921 euros en la zona euro.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese al IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.