El 95% de los empleos creados en Galicia en el último año son de alta cualificación, mayor tasa desde que hay registros, según un estudio de Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo.
Esta situación ha permitido aumentar la proporción de los empleos de alta cualificación en 1,3 puntos, hasta suponer el 33,1% del total. Así, se han generado 9.900 ocupaciones de alta cualificación (+2,8%) y 500 de media o baja (+0,1%).
En Galicia, un 8,7% de los ocupados (frente al 9,3% estatal) trabaja menos tiempo que la jornada completa y quiere y está disponible para trabajar más horas, pero no encuentra dónde hacerlo. Este porcentaje ha crecido 0,6 puntos porcentuales en el último año.
España aglutina al 30% de los parados de larga duración de toda Europa (912.000 personas). Dentro del país, esas personas suponen a su vez el 27% del total de parados españoles, tres puntos porcentuales más que al final de 2020 y la mayor proporción en un año y medio.
En Galicia, los parados de larga duración son 39.700 personas, el 26,4% del total de desempleados (+2,1 puntos). Comparando el dato gallego con los países de la Unión Europea, este 26,4% supera en más de seis puntos porcentuales la media de la UE-27, que se sitúa en un 20,2%. Suecia (6,7%) y Dinamarca (7,6%) destacan por tener los resultados más favorables, 20 puntos menos que el caso gallego.
En términos absolutos, Galicia suma, por sí sola, más parados de larga duración que Austria, pese a que este país tiene una población casi cuatro veces mayor que la de la autonomía.
El incremento del número de parados de larga duración reduce la cantidad de beneficiarios de la prestación de desempleo. En Galicia, el porcentaje de cobertura ha disminuido hasta el 77,5% (5,6 punto menos que hace un año). Supone el tercer mayor dato autonómico.
SINIESTRALIDAD EN AUMENTO
La siniestralidad laboral, que tuvo un marcado descenso durante 2020 como consecuencia de las diferentes restricciones a la actividad económica, ha vuelto a aumentar ahora. En Galicia ha crecido un 20,6%, hasta 62,5 accidentes por cada 10.000 ocupados.
De hecho, es una de las cuatro autonomías en las que el número de accidentes de trabajo ha aumentado más del 20% interanual. No obstante, su nivel de siniestralidad se mantiene por debajo de la media estatal (63,7 accidentes).