El fuego que arrasó esta semana más de 1.700 hectáreas en los ayuntamientos de Ribas de Sil, A Pobra do Brollón y Quiroga tuvo incidencia también en la parte sur del geoparque Montañas do Courel. Una de las zonas destacadas que ha sido afectada es el sinclinal de Castro Dares en Quiroga, donde se quemó parte de la vegetación.
«Es una zona con un gran interés geológico, pero no tiene el grado de protección de monumento natural», ha puntualizado Martín Alemparte, coordinador del Geoparque. «El impacto que tiene un incendio sobre una estructura geológica no va a afectar a la estructura en sí formada hace millones de años», ha puntualizado.
No obstante, no se descarta que pueda haber alguna afectación «a nivel micro», ya que las rocas fueron sometidas a «altas temperaturas». Aún así, la cuarcita es una roca «muy dura» que también está expuesta a la erosión en «otras condiciones climatológicas como la lluvia o la nieve».
Por parte del geoparque también han señalado los cambios producidos en el paisaje. Ha ardido parte del transcurso de la Ruta do Ouro que recorre una serie de miradores de Ribas de Sil.
Martín Alemparte ha destacado como positivo las primeras conclusiones de los técnicos de Lourizán al analizar la zona. «Han visto poco riesgo de erosión. Hai pinos que por el tronco parece que no han ardido dada la voracidad de las lapas que iban saltando continuamente de copa en copa», ha comentado.
INVESTIGACIÓN DE LAS AGUAS
El geoparque tenía previsto ya antes del incendio iniciar unos trabajos técnicos con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) para analizar las composiciones químicas del agua.
Ahora han tenido que aplazar los análisis en algún punto del río Lor como consecuencia del estado de la zona tras el fuego, aunque confían en que sea «algo transitorio» y que estos datos «confirmen la buena calidad que se le presuponen a estas aguas», han comentado.