Varias decenas de personas secundaron este miércoles una concentración ante las instalaciones de la Xunta en la capital gallega para denunciar «la pandemia de los recortes» que afectará a los centros de toda Galicia en este curso que empieza.
La protesta, que se celebró bajo la intensa lluvia, fue convocada por CIG-Ensino y la Confederación Anpas Galegas en San Caetano, donde los participantes corearon consignas y portaron pancartas con los lemas ‘Menos ratio e máis docentes’ o ‘Na defensa do Ensino público’.
Los portavoces de estas organizaciones advierten de un curso en el que «se prima lo económico sobre lo sanitario y lo pedagógico», a pesar de que se trata precisamente de un periodo que debería ser de refuerzo «por todo lo que se viene arrastrando» a raíz de la pandemia de la covid-19.
En declaraciones a los medios el secretario nacional de la CIG-Ensino, Suso Bermello, y el portavoz de Anpas Galegas, Fernando Lacaci, han denunciado que se diseñen los protocolos y las diferentes medidas de seguridad para intentar «que le den las cuentas al presidente de la Xunta».
Lacaci se refirió en particular al cambio a los 1,2 metros para organizar los puestos dentro del aula, lo que se contradice con el 1,5 dispuesto el pasado año, el que todavía se considera imprescindible para la distancia interpersonal y los dos metros para establecer y determinar los contactos cercanos.
Todo ello se mantiene menos dentro de las propias clases, ha añadido, porque «en las aulas cuesta dinero», lo que en su opinión convierte a los alumnos en sujetos «de un despropósito» que se plantea únicamente con criterios economicistas.
Desde CIG, Bermello ha advertido además de la «mentira» de los 1.250 docentes anunciados por la Xunta para afrontar la covid, puesto que se trata de «medias jornadas» como parte del Programa Recupera para apoyar refuerzos ordinarios
«Lo que hay que hacer es contratar profesorado a tiempo completo estructural y esto es lo que se está reduciendo, tanto en primaria como en secundaria», ha censurado, al tiempo que se eleva la ratio «al máximo» y en algunos casos «se supera», poniendo el ejemplo de aulas de 26 alumnos en infantil y primaria en Oleiros.
FALTA DE TRANSPARENCIA
Bermello ha lamentado además que se apliquen estas medidas «bajo la premisa fundamental de recortar» y sirviéndose del acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Educación y las comunidades para aplicar el 1,2 metros en el aula, que no es de aplicación obligatoria.
Del mismo modo, ha advertido de la «falsedad» de los ‘grupos burbuja’ y del argumento de la vacunación en el caso de infantil y primaria, dado que no está prevista una decisión para el alumnado menor de 12 años hasta principios de 2022.
«Lo lógico sería mantener los criterios sanitarios y de todo tipo del curso anterior», ha insistido, al tiempo que ha reclamado «transparencia» sobre la dotación de efectivos del pasado año y la que se materializará este nuevo curso.
Fernando Lacaci, por su parte, lamentó que estos «recortes sistemáticos» están «destrozando el tejido completo» del territorio y dejan al medio rural «completamente atrás» mientras las ciudades «pierden su identidad a golpe de concentraciones de alumnado» en el aula.
En este sentido, ha insistido en la necesidad de atender tanto la situación de carestía emocional del alumnado por las consecuencias del aislamiento y la pandemia como el déficit académico y de competencias. «Y la respuesta es menos docente, más alumnado en aulas, más dificultades, más problemas, más limitaciones…», ha zanjado.