La comarca de Pontevedra y la de O Morrazo, con fuertes vínculos, son de las que más preocupan en su evolución a los expertos del comité clínico, que apuntan a una transmisión de COVID-19 que «puede ser importante» y a la existencia de un brote que «no está bajo control», lo que ha obligado a mantener las restricciones de aforos y reuniones en la ciudad de Pontevedra y en los municipios de Vilaboa y Poio, así como implantarlas en el de Marín.
Así lo recogen las órdenes de medidas preventivas para evitar la extensión de la COVID-19 publicadas por la Xunta en la tarde de este miércoles, tras la reunión mantenida por el comité clínico que evalúa la situación epidemiológica.
Entre los municipios que este jueves estrenan restricciones está el de Marín, afectado por un importante aumento de casos de coronavirus que, previsiblemente, deriva de su estrecha relación con la ciudad de Pontevedra, según el miércoles explicaron los propios expertos. A principios de semana, el Sergas comunicaba al ayuntamiento que eran 50 los casos activos, según fuentes municipales.
Este municipio, recoge la orden, tiene una tasa de incremento de casos en los últimos días que duplica a la del conjunto de la comarca de O Morrazo y a la de toda Galicia y el brote afecta a personas de «edad muy joven», lo que, unido a su «amplia interacción con el Ayuntamiento de Pontevedra», hace que sea de «riesgo alto».
El índice reproductivo de este municipio apunta a que «la transmisión está activa» y «pueden seguir generándose nuevos casos». Los grupos de edad más afectados son «edades muy jóvenes», que presentan menor sintomatología y tienen una mayor posibilidad potencial de difundirlo.
Al igual que en Marín, la orden de la Xunta apunta a que la situación en Pontevedra, Vilaboa y Poio (que mantienen las medidas) «no está bajo control» y los indicadores apuntan a que «la transmisión puede ser importante». La comarca lleva en ascenso de casos desde el pasado 22 de agosto.
También en la provincia de Pontevedra, mantienen medidas restrictivas los municipios de Lalín y Silleda, en O Deza, cuyos brotes son de «algo/medio riesgo». En el caso de Silleda, que se incorpora a las medidas, los expertos detectan un aumento «importante» en su tendencia acumulada, por lo que el brote «no está controlado», y que cada afectado «puede estar contagiando a otras dos personas» de media.
EN SANTIAGO VUELVE A CRECER
Por otra parte, en relación al mantenimiento de las medidas para Santiago, el grupo de expertos ha detectado que la incidencia en la comarca, tras un descenso la semana pasada, «ha vuelto a aumentar» y que el Ayuntamiento de Santiago «presenta un número de casos diario elevado».
Estas cifras, apuntan, evidencian que la transmisión «está aumentando» y que el brote «sigue evolucionando y no está controlado», por lo que tiene características de «alto/medio riesgo».
Las edades más afectadas, concreta, son entre 15 y 39 años, con un «número importante de asintomáticos» o con pocos síntomas, que «facilitarían la transmisión» a través del contacto social.
También la Xunta mantiene las medidas restrictivas para el Ayuntamiento de Ourense, donde la tasa acumulada de casos de COVID-19 «sigue siendo» y para Lugo, con cifras que «se mantienen elevadas» y en situación de «riesgo alto».
En relación a la comarca de Baixo Miño –donde las restricciones afectan a A Guarda y O Rosal–, la tasa de incidencia aumenta desde el 26 de agosto, con un incremento en la transmisión. En esta zona la edad de afectados incluso se rebaja, con el grupo más frecuente el de 10 a 24 años.
MEJORA LA SITUACIÓN EN A CORUÑA Y BERGANTIÑOS
Finalmente, la Xunta mantiene por el momento las restricciones para algunos barrios de la ciudad de A Coruña y para el Ayuntamiento de Arteixo, a pesar de detectar una «mejora epidemiológica» en el área y una tendencia a la baja.
Por el contrario, levanta estas restricciones en los municipios de Carballo, A Laracha, Laxe y Ponteceso, con una «clara tendencia descendente» y una reducción «significativa» del número de casos. En concreto, destaca, no se han producido casos nuevos en los últimos tres días y, aunque en Carballo siguen detectándose «casos aislados», sus tasas son reducidas. «En el momento actual, el brote puede considerarse controlado», añade.