Alcoa ha criticado la actitud de Liberty House en la negociación para la venta de la planta de San Cibrao (en Xove, Lugo), en la que presenta solicitudes «no razonables», y ha explicado que su propuesta es transferir las instalaciones por un euro, aportar 50 millones de dólares –42 millones de euros– a «un fondo para el éxito futuro de la planta» y formalizar un contrato para suministrar alúmina durante cinco años «en condiciones estándar de mercado».
En un comunicado remitido este sábado, la multinacional estadounidense ha indicado que «cuatro días después» de la fecha límite establecida por GFG Alliance –grupo en el que se integra Liberty House– para llegar a un acuerdo sobre las condiciones generales de la operación, la compañía británica «respondió» con «mayores demandas» a la propuesta que estaba sobre la mesa y «sin mostrar ningún avance para una transacción en términos comerciales razonables».
Liberty House exige, según Alcoa, «opciones exclusivas para controlar la refinería de alúmina» que la empresa estadounidense tiene también en la comarca de la A Mariña y un contrato de suministro de alúmina por 20 años «al margen de las prácticas comerciales actuales».
Además, «se niega a comprometer fondos propios» y, a las demandas ya planteadas, añadió la de contar con «un inventario de alúmina de 90 días, cantidad que la planta no puede almacenar», por un valor de unos 30 millones de dólares –25 millones de euros–.
Alcoa añade que el grupo británico «solo ha ofrecido pagar un máximo de un millón de euros al mes», cifra que está por debajo de las pérdidas mensuales actuales, que cifra en «un máximo de 6 millones de euros».
Esta es la postura de Liberty House, recrimina Alcoa, pese a que afirmó que «está dispuesta a asumir todas las pérdidas en curso y responsabilidades de la planta de aluminio».
NEGOCIANDO «DE BUENA FE»
En este contexto, Alcoa defiende que ha hecho «concesiones sustanciales» para «facilitar» la operación y que su propuesta «justa y razonable» pasa también por pagar los costes de separar la planta de aluminio de la refinería, algo que supondría unos 60 millones de dólares –cerca de 51 millones de euros–.
La multinacional defiende que ha ofrecido condiciones «extremadamente razonables» y que continúa «negociando de buena fe» y sigue «abierta al diálogo» para lograr una «venta responsable». La fecha final para alcanzar un acuerdo es el 27 de septiembre, recuerda.
EL CALENDARIO
El pasado 13 de agosto se llegó a un acuerdo para ampliar el periodo de consultas del expediente de regulación de empleo (ERE) que amenaza a los más de 500 trabajadores de la planta para negociar la venta. El calendario propuesto desde entonces fijaba dos semanas para cerrar las condiciones básicas de la transacción, entre el 17 y el 30 de agosto.
A continuación, desde el 31 de agosto, estaba previsto dedicar dos semanas a la ‘due diligence’ de la planta de San Cibrao por parte de Liberty House. Los últimos 14 días deberán ser para la propuesta formal de compra y cerrar el preacuerdo de venta, si las dos partes se entienden.
Tras la reunión multilateral de ayer, en la que participaron Alcoa, el Gobierno central y el gallego y representantes sindicales y del comité de empresa, el presidente de este último, José Antonio Zan, afirmó que las partes «empiezan a acercar posturas». Los trabajadores volverán a movilizarse este domingo en Viveiro (Lugo) para pedir una solución.