Galicia ha despedido un mes de julio caracterizado por los valores extremos, con temperaturas más altas de lo habitual, especialmente en lo que respecta a las máximas, y durante el que apenas se registraron precipitaciones.
Así se desprende del informe climatológico de MeteoGalicia, un documento que sitúa en el año 1986 el precedente más seco para este mismo periodo en la Comunidad y del que ha informado la Consellería de Medio Ambiente en un comunicado.
Durante todo el mes, la tónica general en Galicia ha sido la influencia anticiclónica y la presencia del aire cálido procedente del sur de la península Ibérica y del norte de África. Esta situación, según MeteoGalicia, explica que la temperatura media se situara 2,03 grados por encima de lo esperado, con una anomalía incluso más acusada en el caso de las máximas, extremadamente cálidas al superar en 3,03 grados las medias de la histórica de referencia.
El calor ha sido generalizado en el conjunto de Galicia, si bien los datos más anómalos se han dado en la mitad sur, donde la presencia frecuente de masas de aire cálido ha dejado muchas jornadas con avisos por temperaturas extremas.
Concretamente, las zonas más calurosas han sido las del Ribeiro, Verín y Valdeorras, donde la media mensual ha superado los 34 grados. Al contrario, los registros más bajos se han concentrado en A Mariña lucense y en la Costa da Morte, comarcas en las que los valores más altos apenas llegaron a los 20 grados.
La excepcionalidad de este mes de julio desde el punto de vista de las temperaturas se aprecia también si se comparan con el periodo de referencia 1981-2020, ya que la anomalía media registra en los termómetros el mes pasado fue la segunda más alta de toda la serie, solo superada por la del año 2013.
AUSENCIA DE PRECIPITACIONES
Por lo que respecta a las precipitaciones, julio también ha sido extremo, con lugares de Galicia en los que no llovió durante todo el periodo. La única excepción ha sido el primer día del mes, durante el que un frente poco activo ha dejado a su paso por la Comunidad nubes y alguna lluvia débil por la mañana.
El resto de julio fue en general y en el conjunto de Galicia extremadamente seco, tanto que hay que retroceder hasta el año 1986 para encontrar un precedente en el que se registrasen aún menos precipitaciones. En concreto, la anomalía media de las lluvias registradas en las estaciones gallegas más representativas ha asido de un 93% por debajo de lo esperado en esta época del año.
Por zonas, los valores más altos se han alcanzado en A Mariña, que se vio rozada por algún frente débil, y en el este de la Comunidad, con tormentas que dejaron alrededor de 50 litros por metro cuadrado acumulados. De hecho, la comarca de Valdeorras ha sido la única en la que llovió más de lo habitual.
AVISOS POR TEMPERATURAS PARA LOS PRÓXIMAS DÍAS
Asimismo, MeteoGalicia ha señalado que Galicia se está viendo afectada por una masa de aire cálido procedente del norte de África, que dejará temperaturas elevadas durante las próximas tres jornadas, sobre todo en la mitad sur de la Comunidad.
Según el boletín emitido para advertir de este episodio, para este miércoles el nivel máximo de aviso será amarillo en la zona del Miño de Ourense y en Valdeorras. Además, este jueves se prevé que sea el día de más calor, con aviso naranja también en el Miño ourensano –donde podrán superarse los 39 grados– y amarillo en muchos puntos del interior de las cuatro provincias.
La influencia del aire cálido africano se mantendrá sobre la Comunidad también el viernes, aunque la previsión es que desciendan un poco las temperaturas máximas, que podrán superar los 36 grados. Para esta jornada, MeteoGalicia mantiene el aviso amarillo solo para el Miño de Ourense, la comarca de Valdeorras y el sur de Lugo.