La Real Academia Galega (RAG) ha clausurado este sábado los actos presenciales con motivo de las Letras Galegas de 2025, dedicadas a las cantareiras, con un último simposio celebrado en Muxía (A Coruña). Allí, su presidente, Henrique Monteagudo, ha valorado la «extraordinaria» respuesta obtenida, entre la que ha destacado la «positiva acogida» entre los más jóvenes.
En su intervención, Monteagudo –para el que ha sido su primer año en el cargo– ha incidido en que la juventud «disfruta de la tradición» y eso les permite «abrir nuevos caminos a través del conocimiento y uso» de la lengua gallega.
Por su parte, la académica María López-Sández ha defendido que estas Letras Galegas «han permitido unir la cultura de masas con la alta cultura». Este aspecto, a su entender, explica por qué se vivieron con «tanta intensidad». Además, ha incidido en que «las nuevas generaciones están retomando el legado de la tradición».
El impacto de dedicar esta edición a las cantareiras fue notorio en el Museo do Pobo Galego, institución que regenta el Arquivo do Patrimonio Oral da Identidade (APOI). «En mayo, llegaron a registrarse cerca de 11.000 descargas en el repositorio y la exposición que les dedicamos a las cantareiras llegó a las 24.000 visitas», ha revelado la técnica del APOI, Isabel Vigo.
El músico tradicional Xabier Díaz ha subrayado que, además de la «cierta unanimidad» sobre que esta ha sido una de las celebraciones «más expansivas», consiguieron llegar a la «sociedad en general» y no solo a un público más acostumbrado a la música tradicional.
Díaz, quién cree que Rosalía de Castro «estaría muy contenta» del resultado, ha resaltado la relevancia de visibilizar «a todas esas mujeres poco reconocidas». «En otras lugares del Estado se asombran cuanto les comentamos que aquí tocan la pandereta decenas de miles de personas», ha agregado.
El compositor gallego también ha hecho hincapié en la necesidad de que la tradición evolucione de la mano de las nuevas tendencias en todos los aspectos. «Es cierto que puede haber caminos más ortodoxos, que continúen la tradición tal y como era, pero el futuro requiere esas otras vías», ha asegurado.
El secretario xeral da Lingua, Valetín Rodríguez, que ha ejercido de representante de la Xunta en el acto, ha apuntado que la «elección fue todo un acierto», pues la «gran acogida popular» ha permitido que se muestre «la importancia de la tradición oral» en la identidad gallega.
IMPORTANCIA EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA COMUNIDAD
El simposio ha resaltado, a su vez, la influencia de las cantareiras en la construcción del sentimiento de comunidad y el poso de «mujeres pobres» que llevan intrínsecos su cancioneros.
«La tradición de nuestras cantareiras demuestra que la voz colectiva fue también un modo de hacer comunidad. Una forma de estar en el mundo que entiende nuestra música y nuestro baile como fuerzas vivas que continúan a trazar las coordenadas colectivas de nuestro territorio», ha aseverado la etnomusicóloga, Xulia Feixoo.
«La violencia contra las mujeres dejó distintos posos en los cancioneros: niñas abusadas, las jóvenes deseadas, las mujeres trabajadoras o las viejas», ha añadido, por su parte, la música Branca Villares, en referencia a la habitual pobreza de las cantareiras.

