La lluvia no ha frenado la primera jornada de O Son do Camiño, que consigue hacer ‘sold out’ en las horas previas a la apertura de puertas. Con plásticos para frenar el agua y vaso en mano, miles de asistentes de todas las edades llenan O Monte do Gozo este jueves, inaugurando el evento que durará hasta el sábado.
Preguntados por Europa Press sobre la meteorología, algunos jóvenes –enfundados en chuvasqueros de colores– han manifestado orgullosos: «Somos gallegos así que estamos acostumbrados, no hay problema». Además, han apuntado que «sabían que esto podía pasar así que hay que venir protegidos y rezar un poco para que pare».
Algunas caras nuevas se suman a los repetidores, «este es mi cuarto año en el evento» comenta un joven, estando la media en dos o tres asistencias. No obstante, hay consenso en que el cartel de esta edición es «más flojo que otros años».
«Se echa en falta más reggaeton y música en gallego» son algunas de las sugerencias de los asistentes al festival, que no han dejado que «el no conocer a muchos de los nombres de este año» les frenase.
BAD GYAL Y ESTOPA, LOS FAVORITOS
Aún así, existe euforia alrededor de dos conciertos en particular, Bad Gyal y Estopa. «A mí con Bad Gyal ya me han conquistado», asegura una joven al lado del escenario, donde en esos momentos actuaba el artista Nil Moliner.
En esta línea, también han sonado otros nombres como Duki, Amaral o Mikel Izal también han llamado la atención de los visitantes que coinciden con que el mejor día es «el sábado».
Si bien los datos del festival en ediciones anteriores apuntan a una gran presencia internacional, los jóvenes entrevistados eran todos gallegos, algunos de ellos se alojan en el cámping del recinto. «La experiencia del cámping es la mejor, hay muy buen ambiente, la gente es muy maja y uno se lo pasa mejor», ha destacado un joven.