El Consorcio de Santiago ha sacado a concurso por un importe cercano a los 118.000 euros las obras de mantenimiento de la iglesia de San Fructuoso, una intervención incluida a su programa de restauración de monumentos.
Según ha informado el Consorcio en una nota de prensa, las empresas tienen hasta el 26 de noviembre para presentar sus propuestas. Se prevé que la intervención esté terminada en un periodo de cuatro meses.
El responsable del proyecto, el arquitecto Pablo Tomé, ha explicado que esta iglesia mantiene, en general, «un buen estado», con excepción de «algunas partes en las que hace falta intervenir».
En el caso del tejado, ha añadido, «hay muchas tejas rotas, en particular en el cimborrio», con el consiguiente «peligro de desprendimiento». Asimismo, la cubierta de plomo, tras la fachada principal, «se encuentra en muy mal estado», lo que provoca «la entrada del agua de la lluvia en la fábrica y en el interior de la iglesia».
El marco exterior de la ventana de la fachada principal muestra también una importante grieta en la jamba norte y las rejas de las ventanas de las fachadas norte y sur están oxidadas, por lo que los marcos que las contienen presentan roturas debido al aumento de volumen. Además, tanto el tambor del cimborrio como las fachadas laterales tienen un encintado que deja ver parte de la piedra de la fábrica y no la protege de manera conveniente de la humedad de la lluvia.
A mayores, el Consorcio ha explicado que también se intervendrá en la estatua de la Prudencia, una de las cuatro Virtudes, que tiene en la mano izquierda una serpiente que está mal sujeta, con el consecuente «peligro de caída».
Finalmente, la gran cornisa y el campanario de la fachada principal tienen acumulada vegetación que hace falta eliminar para evitar «problemas mayores en la piedra en un futuro», y las fachadas sur y posterior muestran manchas producidas por hongos y algas.