El catedrático de Ciencia Política y director del Instituto de Estudios Canadienses de la Universidad de Augsburgo, Peter A. Kraus, ha considerado necesario apostar por enfoques que afronten la diversidad lingüística y trasciendan el legado histórico que vincula Estado y ciudadanía con una única lengua.
Así lo ha señalado en la jornada ‘O galego ante o desafío das sociedades multilingües’, la cuarta cita del foro ‘Pensar o mundo dende Galicia’, con el que el Consello da Cultura Galega (CCG) conmemora su 40º aniversario.
En la inauguración, el coordinador del foro y vicepresidente del CCG, Xosé M. Núñez Seixas, ha destacado que el objetivo «no es solo promover el debate sobre cuestiones que respectan a la sociedad gallega, sino que es un fin más amplio: se trata de repensar el mundo desde Galicia».
La coordinadora de la jornada, Dolores Vilavedra, ha añadido que esto implica pensar en el idioma, alrededor del que se articulan otras cuestiones que tienen que ver con la identidad, con la política, con la economía y con la cultura. «Necesitamos soluciones e ideas nuevas y superar marcos de análisis que se revelaron como obsoletos al fracasar», ha indicado.
Peter A. Kraus ha sido el encargado de abrir la sesión matinal con una charla titulada ‘Cidadanía y multilingüismo’. En ella, ha llamado la atención sobre le hecho de que, tanto en el contexto europeo como ibérico, existe «una diversidad lingüística cada vez más compleja». Esto, según ha indicado, requiere de enfoques institucionales que afronten esta diversidad a través, por ejemplo, del diseño de estrategias que generalicen repertorios multilingües y sienten las bases de una ciudadanía multilingüe.
Asimismo, ha señalado que proteger la diversidad lingüística es una cuestión esencial por el valor que esta tiene. «Ese valor deriva, por un lado, de que la lengua es una opción que nos ofrece oportunidades de elección y, por el otro, de que la lengua es un enlace que constituye lazos sociales».
A respecto de la situación de Galicia y, en concreto, de protección de diversidad lingüística que se hace en el país, Kraus ha afirmado que «el balance es más bien mixto». Según ha explicado, «Galicia comparte con otras comunidades autónomas bilingües elementos de diversidad que a la España oficial a veces parecen resultarle incómodos, como ocurre en la mayoría de los Estados europeos». Sin embargo, ha puntualizado que, desde una perspectiva norte-sur, esta diversidad es antes la regla que la excepción.
PAPEL DE LOS NUEVOS HABLANTES
La jornadas ha contado también con la participación de la catedrática de Sociolingüística de la Universidad de Glasgow Bernadette O’Rourke. En su ponencia, ‘Lenguas minorizadas y sus hablantes: nuevos espacios y nuevas perspectivas’, ha profundizado en las teorías existentes alrededor de la revitalización lingüística y el papel crucial que tienen los nuevos hablantes en ese proceso de revivir una lengua.
«En un mundo cada vez más global, en constante movimiento y movilidad, urge repensar las remas más tradicionales del estudio sociolingüístico y hay que repensar lo que significa la revitalización lingüística en el siglo XXI», ha señalado.
Así, ha apuntado que para reconstruir las lenguas del pasado, como el gallego o otras muchas lenguas minorizadas en Europa, hay que hacerlo en el presente, pensando en el futuro y en las posibilidades de avanzar en el uso de la lengua, con más recursos tecnológicos, con usos modernos.
Durante su intervención, O’Rourke ha aportado también su propia experiencia de aprender a hablar gallego siendo una persona ajena a la comunidad, lo que le sirvió de punto de partida para explicar algunos conceptos que se popularizaron en la sociolingüística contemporánea, como el de nuevo hablante.
En la jornada de tarde, Dolores Vilavedra ha moderado la mesa titulada ‘Diversidade lingüística y plurilingüismo desde la perspectiva de las minorías’, en la que han participado Patxi Baztarrika, experto en planificación y política lingüística que ha abordado el caso del euskera; Eva Gugenberger, catedrática de Lingüística Iberorrománica en la Universidade Europea de Flensburgo; y Henrique Monteagudo, catedrático de Filologías Gallega y Portuguesa de la USC.