A final de enero, Rayden cantará «Calle de la Llorería» en el Benidorm Fest, un festival televisado en La 1 de que espera salir como representante de España en Eurovisión 2022. Allí se medirá con el grupo gallego Tanxugueiras, a las que compara con Rosalía de Castro porque «sin levantar un arma están haciendo más por el gallego que mucha gente con guerras».
Lejos de «discursos del tiempo de la peseta» que llaman «vendidos» a los que salen por la tele, el artista reivindica su carrera hacia el certamen con el objetivo de «dignificar la música en directo en televisión».
Y es que para David Martínez Álvarez –el nombre real de este rapero de 36 años–, es necesario «remar en la dirección» de «dignificar la profesión» y hacer ver que «entrar en televisión no es pasar por ningún aro, es una oportunidad también para mucha gente que viene detrás».
De hecho, en una entrevista con Europa Press, defiende que «muchos que no se han atrevido» este año, van a estar «mendigando» estar en el próximo Benidorm Fest. Él mismo ha notado un «pequeño boom» en su carrera ahora mismo y agradece el apoyo del público eurofán: «Son muy pasionales, parece que si les gustas te ponen un plato para cenar en su propia mesa y te tratan como a un familiar más».
Pese a ello, está intentando «no prestar mucha atención» a la «energía muy bestia» de este Benidorm Fest, del que se está generando «mucha dimensión». «Mucha gente tiene miedo de poner música en directo en las teles y el miedo se contagia», lamenta, pero defiende el «valor cultural, social y de punto de encuentro que tiene la música en vivo».
En el caso concreto de su música, cuenta que este año actuó por primera vez en una gala de Nochevieja. «Vi que daba el pego, que no pasaban estas cosas de la gente que no se atreve a cantar en directo y cuando se atreven sale una cosa rara. En mi caso no, incluso sonaba a disco», relata.
«PARECE QUE LA ÚLTIMA CENA HA COPIADO A TANGANA»
De cara a Benidorm, Rayden se está encargando de la interpretación de la «Calle de la Llorería», pero de la puesta en escena tiene «las llaves» el escenógrafo Javier Pageo. Lo que se verá sobre el escenario alicantino no tiene «nada que ver» con el videoclip, que salió a finales de diciembre.
«La puesta en escena estaba ya cerrada con Javier antes, así que no, no habrá mesa», explica. Y es que él, su banda y varios invitados comparten mesa en el videoclip, con una estética que se ha comparado al videoclip de «Tú me dejaste de querer» de C. Tangana. «Es curioso su alcance, es que metes una mesa y todo parece Tangana. Parece que la Última Cena y todo copió a Tangana», ironiza.
Sin mesa, inspirada en los ‘Diez negritos’ de Agatha Christie y en el Cluedo, y con un color «que nunca se ha usado» como punto clave. Así describe Rayden su puesta en escena para Benidorm, en la que también contará con su banda para crear un espectáculo «muy potente» y un «pack cerrado».
De referencias está también trufada la propia «Calle de la Llorería». En las casas que conforman este tema, que ha coproducido él mismo junto a François Legoffic, conviven referencias a Raphael, Nino Bravo o Paloma San Basilio; el rock andaluz y música de raíz como las chirigotas y las saetas.
Así nace este «13 Rue del Percebe» que es la canción, que el propio Rayden califica como una «galería de personalidades». Apunta que buscaba hacer algo al estilo de artistas como Stromae, provinientes del «rap más ortodoxo» pero que «hacen una cosa más abierta» en su música.
Uno de los momentos más característicos de esta canción son las palmas del estribillo, y eso que aparecieron «por suerte». «No nos caminaba bien la guitarra, y al ‘Que yo ya lo lloré, que yo ya lo lloré’ no sabíamos cómo darle limpieza para que destacara, así que se nos ocurrieron las palmas».
Misma situación en el videoclip: «Mirando a toda la banda, les digo: ‘Oye, ¿y si damos golpes y palmas?, ¿por qué no lo hacemos?’ Y al final fue lo más icónico».
«FORTALECER LA VULNERABILIDAD»
La «Calle de la Llorería», para Rayden, es una «forma de validar y fortalecer la vulnerabilidad». «Muchas personas llevamos décadas mamando culpa, y parece que no nos permitimos ser vulnerables, porque eso es de ser débil, de que de bueno eres tonto y de que te va a comer la vida». Ante ello, el objetivo de la canción es «demostrar que es todo lo contrario» y focalizarlo en un lugar, «la llorería».
Este tema nace a partir de la experiencia del propio artista en terapia. «Ni siquiera la pudiese haber sacado a principios del año pasado», reconoce. Y es que, hace unos meses, cuando se sentía «en el mejor momento» de su vida, decidió comenzar a ir a terapia para tener «herramientas para trabajar» en sí mismo.
«Ahí empieza a salir todo lo que conforma tu persona, con el desbarajuste que había que trabajar. Gracias a eso he podido sacar una canción en la que cuento que soy vulnerable y que todo va bien», defiende.
La canción va dedicada tanto a su ‘yo’ anterior como a «aquellos que se intentaron aprovechar» de su vulnerabilidad antes. «Al que quiere jugar con fuego pero odia quemarse, a vendedores de humo que buscan claridad», son los primeros versos.
La letra es uno de los puntos fuertes de la canción, y esto también tiene explicación: «El año pasado vi a muchos compañeros diciendo ‘Si España quiere ganar Eurovisión que me llame’ o cosas así. Yo entonces pensé que no sabía si me presentaría, pero si lo hiciese, por lo menos a letra me ganarían pocas personas, auque a veces me paso de frenada, pero a letra no me ganarían».
Buena parte de la responsabilidad de pasar del «no saber» a embarcarse en el periplo eurovisivo es de su amiga Ruth Lorenzo, que ya estuvo en el festival en 2014, y del nadador David Meca, eurofán confeso.
La noche que salía su colaboración «El mismo puñal» estaban cenando los artistas y se presentó el deportista, que vivía para conocer a Lorenzo. Al final, acabaron en casa de Meca viendo actuaciones de Eurovisión y Rayden se fue a casa con el «gusanillo» dentro. «Me gustó tanto la energía y todo ese mundo que no conocía que me picó», admite.
Y de aquella cena, a Turín. «Sin faltar por ello al respeto a mis compañeros, que hay muchísimo nivel, sí me veo. La verdad es que me veo allí y tengo muchísima ilusión». Además, tiene claro que esta vez «si tiene que ser, será y si no, no». «No creo que me vuelva a presentar, por lo menos en primer plano», afirma.
Para Rayden, «visto lo que ha pasado en esta edición, que hay mucho talento y mucha gente con propuestas que necesitan foco», hay que «echarse a un lado». No descarta la posibilidad de volver como productor, en una colaboración o incluso de jurado, pero no cree que vuelva «aguantando todo el peso» de la candidatura. «Hay que dejar paso a muchas propuestas».
Justo esta es una de las cosas que remarca este año: «Vaya quien vaya me parecerá genial porque siento que tengo poco que perder y que estoy ganando ya». De hecho, remarca la «dimensión» de muchas de las propuestas, como las de Tanxugueiras, a quienes compara con Rosalía de Castro porque «sin levantar un arma están haciendo más por el gallego que mucha gente con guerras»; el «discurso de liberación» de Rigoberta Bandini o propuestas que escucha a diario como la de Luna Ki.