La capital gallega acogerá desde este sábado y hasta el próximo 17 de mayo, Día das Letras Galegas, la 40 edición de la feria del libro de Compostela, que regresa con más de 60 actividades y en un formato similar al del pasado año.
Santiago será así la siguiente parada en el calendario de las ferias del libro de la Federación de Librarías de Galicia. Como cada año, el evento se ubicará en la Alameda compostelana, donde estarán instalados los espacios de los establecimientos y editoriales participantes: Librería Pedreira, Librería Cortizas, Aenea, Lorca Libros, Ler Librerías-A Pobra do Caramiñal y A Gata Tola.
La feria se inaugurará este sábado a las 12,30 horas con el pregón de la autora Arantza Portabales, pero permanecerá abierta el resto de jornadas en horario de 11,30 a 14,00 horas y de 17,30 a 21,00 horas. Además de los puestos, más de 60 autores participarán en actos de firmas de ejemplares, entre ellos Manuel Rivas, Yolanda Castaño, Antón Reixa o Ledicia Costas.
El acto ha sido presentado este jueves en Compostela de la mano del presidente de la Federación de Librarías de Galicia, Ramón Domínguez, el edil de Presidencia, Relaciones Institucionales y Turismo de Santiago, Gumersindo Guinarte, y del secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo.
VÍNCULO CON SANTIAGO
Ramón Domínguez destacó «el vínculo» que se renueva actualmente con la ciudad de Santiago y «que tiene una importancia grande» tanto para el sector como» para la cultura gallega». Este año, el evento se impulsa con el lema ‘Libros no Camiño’, en reconocimiento tanto del Año Santo como de los diferentes lugares por los que transcurren las vías que llevan a la capital gallega.
Tras el buen funcionamiento del protocolo de seguridad de la pasada edición, la federación decidió mantener el mismo dispositivo, o al menos en términos similares, para garantizar que se cumplen las medidas ante la covid-19 y evitar que se produzcan aglomeraciones.
En este sentido, se volverá a instalar un circuito que los asistentes a la feria tendrán que recorrer en sentido único, pasando de un puesto a otro, manteniendo distancia de seguridad y con puestos de gel hidroalcohólico instalados en cada caseta. Asimismo, se instalaran pantallas de metacrilato en las firmas de libros entre los autores y los visitantes, con espacios de paso para garantizar la circulación.
El objetivo de la federación, ha añadido, es situar la seguridad como «la máxima prioridad», al mismo tiempo que se celebre el evento «con total normalidad dentro de la excepcionalidad que esto supone para todos».
LITERATURA «VIVA Y DIVERSA»
Por su parte, Gumersindo Guinarte ha recordado que fue precisamente la feria de Santiago «la primera que se celebró en Estaña tras la paralización extrema del país por el confinamiento» del pasado año, y ha reivindicado el papel de estos eventos para acercar la lectura a los ciudadanos, las últimas novedades y «la calidad» de la literatura gallega.
También ha destacado los diverso autores que pasarán por la feria, «un número importante» que refleja que Galicia cuenta con una literatura «viva y diversa» y que se nutre «tanto de las grandes editoriales» como de otras más pequeñas «pero también importantes». «Una ciudad sin librerías o se puede llamar ciudad», ha zanjado.
El secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, ha insistido en que el ecosistema del libro «es una de las partes principales de la industria cultural», y en ese sentido las ferias cumplen «una misión muy importante de difusión, de visibilización» y como espacios de encuentro de los libreros y los autores con sus lectores.
Así, ha incidido en que Compostela acogerá «una representación muy interesante del pulso del sector» y del conjunto de creadores que conforman el panorama de las letras gallegas en la actualidad, «produciendo y creando», y ha destacado la utilidad de estos eventos tanto a los propios establecimientos como a la sociedad.
NUEVO EQUIPO EN LA FEDERACIÓN
Precisamente, la Federación de Librarías encara este nuevo calendario de ferias del libro con un equipo directivo renovado y que, según su propio presidente, busca iniciar una nueva etapa para renovar el modo de actuar de la entidad.
En este sentido, incidirán en una comunicación más fluida con los libreros y para que se sienten parte del organismo, en la modernización «como elemento prioritario», en la mejora de la financiación y el soporte para prestar mejor servicio, repensarán el modelo de las ferias del libro y su programación en el contexto actual, y se reestructurará el diseño de la federación para adaptarse a estas nuevas necesidades.