El pleno de la Real Academia Galega (RAG) ha reelegido este sábado a Víctor F. Freixanes como presidente de la institución con 17 votos a favor y 3 abstenciones, además de cuatro ausencias. Lo acompañarán en la nueva comisión ejecutiva Margarita Ledo Andión como secretaria; Fina Casalderrey en la tesorería; Marilar Aleixandre en el puesto de archivera-bibliotecaria y Henrique Monteagudo en la vicesecretaría.
El equipo trabajará en un proyecto «de continuidad» centrado en reforzar la labor científica de la RAG y su proyección social, pensando especialmente en la promoción de la presencia activa del gallego entre los jóvenes.
«La fuerza de la Academia reside en su condición de institución centenaria, en la solvencia de su trabajo científico, centrado fundamentalmente en la lengua, en su compromiso insobornable con la cultura y con el idioma, pero también en la capacidad que tenga para comunicar esa labor, poniéndolo al servicio de la sociedad», ha reivindicado Freixanes, ante el pleno.
Víctor F. Freixanes fue elegido por primera vez presidente de la RAG en marzo de 2017. El equipo de gobierno que lo acompañará en esta nueva etapa será, según destaca la propia academia, mayoritariamente femenino por primera vez en la historia de la institución.
La catedrática de Comunicación Audiovisual y directora de cine Margarita Ledo Andión, archivera-bibliotecaria durante la presidencia de Xesús Alonso Montero, asumirá la secretaría ocupada hasta ahora por Monteagudo, que continuará como vicesecretario.
También seguirán en el equipo la hasta ahora tesorera Marilar Aleixandre, ahora como archivera-bibliotecaria, y Fina Casalderrey, que pasa a ocupar la tesorería. Para todos ellos, Freixanes ha tenido palabras de agradecimiento, especialmente para para Andrés Torres Queiruga, tras completar ocho años en el puesto de vicesecretario.
PREOCUPACIÓN POR LA PÉRDIDA DE HABLANTES
En la exposición de su proyecto ante el pleno, que se desarrolló presencial y telemáticamente, Freixanes ha trasladado su preocupación por la pérdida de hablantes, sobre todo entre las nuevas generaciones.
Así, ha insistido en la necesidad de seguir avanzando en los proyectos que tienen la juventud como protagonista, tanto para evaluar los problemas de transmisión generacional del idioma y formular propuestas de actuación como para promover su uso y el mejor conocimiento.
Y es que, bajo su punto de vista, sin sustituir a los políticos, es preciso ejercer «críticamente» el papel que corresponde a la academia en defensa del «amenazado» idioma ante los actores implicados: Xunta, diputaciones y ayuntamientos, y también la sociedad civil. «Hay que unir esfuerzos y no generar fincas de minifundio», ha reivindicado, asimismo, en la rueda de prensa posterior a su elección.
En esta línea, ha avanzado que en los próximos cuatro años se seguirán buscando colaboraciones con nuevos creadores audiovisuales, como las desarrolladas en los proyectos ‘Novas voces para a lingua’ o la serie documental ‘Xela Arias. A palabra esgazada’; entre otras iniciativas.
«La lengua, en todas sus manifestaciones y demandas, es nuestro principal activo. Su continuidad en las nuevas generaciones de hablantes, no como un elemento arqueológico ni exclusivamente sentimental, sino como algo operativo, rentable cultural, social y económicamente, es un desafío que nos compromete y en el que hace falta profundizar», ha concluido.