El Institut d’Estudis Catalans (IEC), la Real Academia Galega (RAG) y el Euskaltzaindia han firmado este miércoles una declaración que reivindica el papel de las respectivas instituciones como asesoras de los poderes públicos para «contribuir a una deliberación pública, informada y racional, en pro del respeto mutuo» en el debate sobre la presencia de las diferencias lenguas en la educación y en la realidad social.
Las tres entidades consideran que para asegurar condiciones de normalidad en el futuro, las tres lenguas «necesitan una presencia reforzada en el sistema educativo, que de ninguna forma ha redundado ni redundará en detrimento» del castellano, y que el Estado tendría que considerar la diversidad lingüística como una «riqueza a preservar y no como un problema a suprimir», han informado en un comunicado.
A su vez, han defendido que el régimen lingüístico del sistema educativo en las comunidades con lengua propia oficialmente reconocida tiene que ser competencia exclusiva de cada una de ellas, y que tienen que tener el objetivo de «garantizar una competencia plena e igual en cada una de las lenguas y del castellano».
Bajo esta perspectiva, creen que la competencia en castellano ya está plenamente garantizada en los distintos modelos que se han aplicado, pero que «no todos garantizan lo mismo» para el catalán, el euskera y el gallego.
Por este motivo, las tres instituciones exigen ser consultadas por las instituciones del Estado cuando sea necesario en asuntos relativos a las lenguas respectivas.