El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha confirmado que la Xunta dará respuesta a la petición realizada por la Real Academia Galega (RAG) e iniciará de manera «urgente» el procedimiento para declarar como Bien de Interés Cultural (BIC) la biblioteca de Emilia Pardo Bazán, que incluye los más de 7.000 fondos que ya custodia la institución académica como los en torno a 3.000 ubicados en el Pazo de Meirás.

Así se acordó, según informa el Ejecutivo gallego, durante la reunión que Feijóo mantuvo con el presidente de la RAG, Víctor Freixanes, a la que también asistió el conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez.

Sobre este procedimiento, la Xunta afirma que es «fundamental» para garantizar la divulgación de este legado y para blindar «ya de manera provisional la protección jurídica de esta colección al alcanzar el máximo nivel de tutela previsto en la legislación vigente».

En la actualidad, la RAG custodia 7.463 ejemplares procedentes del pazo, que se suman a los 420 de la vivienda de la propia escritora en A Coruña y a un fondo documental que también fue legado a la RAG, compuesto por manuscritos literarios, correspondencia y recortes de prensa, entre otros.

Desde 2015, se realizaron por parte de la RAG revisiones y catalogaciones de parte de la biblioteca de Pardo Bazán que aún está en Meirás y donde, según la institución académica, se estima que hay «no menos de 3.200 volúmenes».

EXTENDER LA DECLARACIÓN BIC

Mientras, tanto el Ayuntamiento de Sada como la Diputación coruñesa han instado a la Xunta a proteger bienes de «singular interés» tanto desde el punto de vista cultural como patrimonial ubicados el Pazo de Meirás.

Así el alcalde de Sada, Benito Portela, remitió este lunes una carta al conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez, en la que le insta, con carácter urgente, a la incoación de modificación del Decreto 299/2008 de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del pazo «para que se incorpore a dicha disposición la relación de bienes asociados a la categoría de sitio histórico» del inmueble.

Según ha informado el ayuntamiento, en ella el regidor precisa que, a diferencia de las estatutas del Mestre Mateo, que ya tienen expresamente la protección BIC desde 2019, «no ocurre lo mismo con los restantes bienes ubicados en el pazo, lo que no impide ni debe impedir la adopción de aquellas medidas que supongan evitar un traslado de determinados bienes que tienen una indudable referencia histórica y cultural».

«El BIC del pazo como lugar histórico no se entiende sin la permanencia de los bienes asociados a la memoria de Pardo Bazán, como la biblioteca –señala sobre los fondos de la escritora– o aquellos otros como el retablo, pergaminos, tapices, etc., que se mencionan en el propio decreto», señala. Además, sostiene que «con la tutela BIC» se impediría el traslado de los mismos por parte de los Franco.

«La realización del inventario –afirma sobre la medida aceptada por el Juzgado de Primera Instancia número uno de A Coruña a instancias del Estado– es condición necesaria, pero no suficiente», argumenta también.

OTROS BIENES

En la misma línea, el responsable del área de Cultura de la Diputación de A Coruña, Xurxo Souto –una de las administraciones que junto al ayuntamiento de A Coruña y el de Sada, además de la Xunta, se sumó a la demanda judicial del Estado– reclama a la Administración autonómica que «custodie los bienes de especial interés» que hay en el inmueble.

En concreto, se refiere a las esculturas del Mestre Mateo, de las que no recuerda que no pueden ser trasladadas sin autorización previa por estar declaradas BIC, pero de manera especial a las pilas de Moraime y a la biblioteca de Pardo Bazán.

Sobre las primeras, pide que se ponga «especial atención» en proteger las pilas románicas de la iglesia de Moirame, en el ayuntamiento de Muxía, «sacadas del templo por orden de la mujer del dictador, Carmen Polo, en los años ochenta».

También incluye la necesidad de «proteger» la biblioteca de Pardo Bazán, que fue la antigua propietaria del inmueble. De estos fondos, afirma que «fue uno de los principales elementos a la hora de declarar BIC la propiedad».

Por otra parte, espera que el inventario solicitado del contenido del pazo sirva también para «poner a la vista los bienes patrimoniales que Franco y su familia expoliaron y que, en muchos de los casos, ni se tiene conocimiento de que forman parte del botín del dictador».