El proyecto de investigación puesto en marcha por la empresa pública Edar Bens SA, para analizar la presencia del SARS-CoV-2, causante de la pandemia de COVID-19, en las aguas residuales de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros, ha determinado que «si bien llega material genético del virus a la planta, éste se elimina antes de su salida al mar, por lo que queda descartada su diseminación ambiental en la costa coruñesa».
Según informan sus promotores, este era uno de los objetivos del proyecto de investigación que realiza un equipo multidisciplinar, que incluye microbiólogos, ingenieros, matemáticos, informáticos y químicos de la Universidade da Coruña (UDC), el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) y el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), así como el CITIC y el CICA.
Del estudio, señalan que «consiste en analizar la carga viral presente en las aguas residuales y lodos de la depuradora de Bens para conocer la evolución real de la epidemia, ya que recoge datos de toda la población, incluyendo personas que hayan pasado el COVID-19 sin saberlo». «Además, el mantenimiento de la toma de muestras en el tiempo permitirá estar alerta ante posibles repuntes», añade.
Por otra parte, informa que, recientemente, el proyecto que se lleva a cabo en Edar Bens ha sido invitado a sumarse a la red europea Norman de investigación científica sobre aguas residuales para colaborar en un estudio conjunto con plantas de tratamiento de Francia, Noruega, Alemania, Holanda, Eslovaquia, Suiza y Suecia, entre otros.
RESULTADOS
Según explica la doctora Margarita Poza Domínguez, responsable del proyecto, se ha confirmado «la presencia de material genético de SARS-CoV-2 en el alcantarillado» de la comarca coruñesa. «Queda por determinar la integridad del virus y su capacidad infecciosa en estas aguas residuales».
«En todo caso, podemos estar tranquilos porque nuestra depuradora retiene el material viral detectado y las aguas regresan libres de virus al mar, lo cual resulta tranquilizador para todos los ciudadanos», expone.
El estudio, en el que Edar Bens SA invertirá 50.000 euros, se desarrollará durante seis meses. Se están tomando muestras de aguas residuales en distintos puntos de la ciudad en las que se han detectado ya diferencias en la carga viral.
MÁS ESPUMAS Y TOALLITAS
Por otra parte, el director general de Edar Bens SA, Carlos Lamora, ha alertado de que se ha producido un incremento de en torno a un 18% diario del volumen de toallitas que llegan a la planta depuradora de Bens desde que comenzó el confinamiento obligado por la pandemia del COVID-19.
«Entendemos que la ciudadanía está usando más este tipo de elementos desechables por motivos de higiene y desinfección, pero es más importante que nunca mantener las buenas prácticas y no arrojar las toallitas por el inodoro», subraya Lamora, quien recuerda el peligro de que se produzcan atascos en la red.
Mientras, confirma que se ha multiplicado por dos la presencia de espumas en las aguas residuales de A Coruña y su área metropolitana, «una circunstancia que está ligada directamente al esfuerzo de limpieza e higienización de superficies que está llevando a cabo la población».