El uso de glifosato ha abierto un debate muy pronunciado dentro de la Unión Europea. Mientras que países como Italia o Francia, piden su eliminación del mercado, por otro lado hay países con posturas ambiguas y quien defiende el uso bajo premisas de seguridad. En tal caso, el debate si se traslada al contexto agrario también abre un serio debate sobre la conveniencia o no de este biocida. En contra está quien hablan de efectos secundarios para la salud de las personas y contaminación del medioambiente. A favor quien ve en este producto una manera de ahorrar cuestes dentro de la producción agraria, pues reduce en buena medida a eliminación mecánica (desbroces, uso de maquinaria especial para tratar malas hierbas).
POSTURAS
La mayor polémica surge cuando desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se declara el glifosato como probable agente cancerígeno. Con anterioridad, la empresa comercializadora fue acusada de haber mentido y ocultado pruebas sobre efectos secundarios del herbicida tanto en personas como en medio ambiente. De esta manera, numerosas voces acusaron a la comercializadora del producto, Monsanto, ahora propiedad de la alemana Bayer, de presionar a la clase política en Estados Unidos y Unión Europea (UE) para que su biocida se pudiera seguir comercializando.
“El Parlamento Europeo estudió unas muestras recogidas entre personas y acabó concluyendo que tenían rastros de glifosato en la orina” dice Isabel Vilalba del Sindicato Labrador Gallego (SLG). “Nosotros no podemos apoyar o ratificar una sustancia que tenga esa calificación de probablemente cancerígena”. José Ramón González, de Uniones Agrarias (UUAA) mantiene que “el glifosato sí, porque usado dentro de los parámetros marcados por la UE, tal y como recoge también la legislación española”. González considera necesaria la aplicación del herbicida por no haber a día de hoy una alternativa clara a su uso.
Existen productos en el comprado que llevan componentes del glifosato y que son empleados para tareas como jardinería o limpieza de vías o gavias. Este uso substituiu usos puramente mecánicos para mantener limpias esas áreas. La alternativa mecánica para mantener limpios los terrenos “subiría enormemente los costes de producción dentro de las explotaciones agrarias” afirma González.
En el que respeta al modelo de producción agraria, Vilalba señala que “tiene que haber otro modelo, y detrás de él debe haber una remuneración digna para ese producto, pero no aprobamos una producción masiva gracias a una sustancia que probablemente es cancerígena”. No obstante, el cambio de modelo es difícil de llevar adelante hoy en día. “Existen productos ecológicos que se pueden comprar, mas los precios de los mismos son elevados para la mayoría de los y de las consumidoras” explica José Ramón González.
“Estamos viendo como las grandes empresas detrás de estos productos consiguen cambios legislativos para que retirar sus productos sea más dificil” señala Vilalba. La práctica que describe la secretaria general del SLG, se denomina lobby. La Conferencia de Presidentes prohibió la presencia de lobbistas de Monsanto-Bayer en el Parlamento e instituciones de la UE. El motivo es que la multinacional no quiso asistir a una comisión de investigación de la Unión Europea sobre el glifosato. La compañía alegaba que no era el lugar adecuado para debatir sobre su producto y los posibles efectos secundarios.
APLICACIÓN DEL GLIFOSATO
El glifosato lleva cuatro décadas aplicándose, aunque la profusión de su uso comenzó en los años ochenta. El producto no es selectivo, es decir, afecta a todas las plantas por igual. Aún así, algunash empresas consiguieron crear soja, maíz y otras gramíneas resistentes al glifosato. En principio los herbicidas presentarían una acción inhibidora para la germinación de plantas no deseadas, o también aplicadas sobre plantas que ya crecidas, paralizarían su crecimiento. “La polémica está en que se están empleando de manera abusiva, de manera inadecuada” dice Damián Romay. “El riesgo está en que se usa perto de las poblaciones, en jardines privados y de manera recurrente en limpieza de vías”. Aun así, Romay también habla de la documentación de la OMS que denomina de causa “probable” como causante de cáncer. “Hay muchas casuísticas detrás y mucho por investigar”.
“Siempre hay quien hace uso abusivo de productos fitosanitarios, no todo el mundo respeta las normas, para eso está la penalización diera abuso” dice José Ramón González, quien remarca que en ese sentido los controles podrían ser más exhaustivos, aunque es una tarea difícil. Sobre la afectación como cancerígeno, en agosto de 2018 un informe del que era por aquel entonces el Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, dejaba ver como diferentes agencias sanitarias, mostraban posturas ambiguas, cuando no contrarias, sobre la peligrosidad del glifosato. Así, a IARC, Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer, declaraba como probable agente cancerígeno el herbicida. En base a esto, la UE dio orden a la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria ( EFSA), para el estudio de las conclusiones de la IARC.
La EFSA concluía que no vino evidencias de que el glifosato fuera un agente cancerígeno, basándose en las pruebas con las que contaba. Después de esto, el uso de este compuesto dentro de la UE se fue renovando y prorrogando, siendo la última prorroga de cinco años, frente a los quince que se pedían en princio. Esta prórroga finaliza en 2022. La base para estas prórrogas es que otra agencia europea, Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas, llegaba a la misma conclusión que la EFSA. A día de hoy las conclusiones sobre la cancerosidad del glifosato está en el terreno de lo “probable”. Las investigaciones de la UE concluyen que el uso abusivo puede crear problemas de salud. Pero, cuando la empresa productora, Monsanto-Bayer, fue llamada para aclarar dudas sobre su herbicida, rechazó hablar. Lo mismo sucedió con la EFSA, a quién el Tribunal de Justicia de la UE obligó la desclasificar documentos sobre el glifosato. De momento solo claro está que hay muchas dudas y que la UE busca retirarlo de su territorio.
