La Universidade de Vigo (UVigo) ha incrementado en 2018, el último año del que se disponen informes, sus emisiones de C02, que ascendieron a 27.081 toneladas, una cifra superior a la registrada el año anterior.
Según ha detallado la universidad en un comunicado, la huella de carbono, que refleja los gases de efecto invernadero emitidos de modo directo o indirecto, se ha situado en 1,19 toneladas de CO2 equivalente por persona frente a las 0,97 acumuladas en 2017, cuando ya se había registrado un ascenso.
La universidad ha achacado este incremento a la puesta en marcha de nuevas instalaciones, como el Centro de Investigaciones Biomédicas (Cinbio) y el Centro de Apoyo Científico y Tecnológico a la Innovación (Cacti), así como a que en 2016 se produjo un cambio de los factores de emisión empleados que tiende a aumentar los resultados de las emisiones de CO2 asociadas a distintas variables.
En concreto, la huella ecológica de la universidad en 2018 ascendió a 9.091 hectáreas globales equivalentes, 0,40 por persona, ya que la institución educativa sumó 22.710 estudiantes ese año. Además, los campus cuentan con 79 hectáreas de bosque cuya capacidad de absorción de CO2 en 2018 se estimó en 342 hectáreas globales (gha) equivalentes, lo que ha derivado en un déficit de 0,015 gha por persona.
Así, el campus de Vigo generó el 70,9 por ciento de las emisiones de la universidad, una situación que se relaciona con el hecho de que alberga el 57,89 por ciento de los estudiantes, así como distintos centros de investigación que implican un mayor gasto de recursos y una mayor generación de residuos que los de otras disciplinas.
Además, el estudio realizado ha mostrado que la principal actividad generadora de dióxido de carbono en la universidad se corresponde con la movilidad, ya que esta representa el 56,7 por ciento de las emisiones. Así, genera el 70,9 por ciento del CO2 vertido desde el campus de Vigo frente al 0,78 por ciento acumulado en Ourense y un 0,88 por ciento emitido en Pontevedra.
Mientras, el consumo de energía eléctrica supuso un 16,72 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono de la universidad. Así, representó un 17 por ciento del CO2 generado en Vigo, un 20 por ciento del emitido en Ourense y un 11 por ciento del de Pontevedra. La construcción, por su parte, representó un 15 por ciento del CO2 vertido desde la universidad.

