Un vecino de Lugo fue denunciado tras ser atacado por su propio perro, de raza peligrosa, del que no tenía licencia municipal preceptiva para su tenencia, no estaba inscrito en el Registro municipal y no llevaba al animal con el bozal reglamentario.
Según ha informado la Policía de Lugo, los hechos ocurrieron el pasado lunes cuando el 092 recibió una llamada en la que se informada del ataque de un perro a una persona en las inmediaciones del cementerio municipal.
Los agentes se desplazaron hasta el lugar y localizaron a la persona agredida en el interior de su vehículo, con sangre en los brazos y piernas, por lo que solicitaron la presencia de una ambulancia, que posteriormente trasladó al herido a un centro sanitario.
El animal, de raza Staffordshire Terrier, fue localizado junto la puerta de acceso al cementerio y presentaba restos de sangre en el pecho, hocico y extremidades, por lo que requirieron al Servicio de Lacería, que se hizo cargo del animal y lo trasladó a sus instalaciones, donde está en cuarentena.
Tras las investigaciones oportunas, los policías pudieron identificar al animal mediante el microchip, del que resultó ser propietario el hombre agredido.
Así, constaba que tenía subscrito el seguro de responsabilidad civil obligatorio, aunque su titular, que lo estaba paseando en el momento de la agresión, carece de licencia municipal preceptiva para su tenencia y tampoco estaba inscrito en el Registro Municipal, como obliga la norma.
Ante esto, los agentes confeccionaron las actas-denuncias correspondientes, además de otra por llevar al animal por la vía pública sin hacer uso del bozal reglamentario.
QUEMA DE RESTOS NO AUTORIZADA
Por otra parte, el pasado viernes el 092 recibió información sobre una quema de restos de maleza en una finca de la Avenida de Madrid, en las cercanías de un local de hostelería, por lo que se desplazaron hasta el lugar un indicativo de la Policía de Barrio.
Una vez allí, los agentes comprobaron que había una persona que quemaba restos de maleza en tres fuegos distintos. Así, teniendo conocimiento de que la Consellería do Medio Rural prohíbe la quema de restos agrícolas y forestales desde el 29 de marzo, procedieron a identificar a la única persona que estaba controlando el fuego.
Los agentes levantaron el acta-denuncia por los hechos y sofocaron las tres hogueras que estaban activas.