Los embalses gallegos cuentan con un total de 2.776 hectómetros cúbicos almacenados, un 74,74% de su capacidad, 0,3% menos respecto a la última semana.
Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica, los embalses de la cuenca Miño-Sil bajan a 2.201 hectómetros cúbicos, lo que se traduce en una pérdida de 21 hectómetros cúbicos respecto a siete días antes. Se sitúan en el 72,6% de su capacidad. Supone una reserva mayor que hace un año, pero inferior a la última década.
Mientras, los de Galicia Costa continúan con 575 hectómetros cúbicos, en el 84,1% de su capacidad. En este caso, se aprecia una cantidad mayor en la comparativa con la misma fecha de 2022 y dos hectómetros menos que la media de los últimos 10 años.
CONJUNTO DEL ESTADO
En el conjunto del Estado, las lluvias registradas la última semana en la vertiente Mediterránea no han logrado frenar el descenso de la reserva hidráulica, que ha perdido esta semana 307 hectómetros cúbicos, hasta situarse en 26.726 hectómetros cúbicos, lo que reduce el volumen de agua embalsada al 47,7 por ciento de su capacidad.
Se trata de una de las cifras más bajas en esta semana, la número 21 de 2023, desde que hay registros. En concreto, habría que remontarse hasta 1995 para encontrar una cifra de agua embalsada más baja en la reserva hídrica española, cuando estaba al 40,19 por ciento de su capacidad total. Anteriormente, solo en 1993 y 1992 los embalses estaban más bajos que ahora, cuando se situaban en el 46,19 por ciento y en el 45,87 por ciento respectivamente.
Esta semana las precipitaciones afectaron a la vertiente mediterránea, aunque fueron escasas en la vertiente Atlántica. La máxima cantidad se recogió en Málaga, con 53,9 litros por metro cuadrado.
Por ámbitos, esta semana la reserva se encuentra al 90,4 por ciento en Cantábrico Oriental; al 86,9 por ciento en Cantábrico Occidental; al 72,6 por ciento, Miño-Sil; al 84,1 por ciento, Galicia Costa; al 85,7 por ciento, las cuencas internas del País Vasco; al 65,8 por ciento, el Duero; al 58,7 por ciento, el Tajo; Júcar, al 57,8 por ciento y el Tinto, Odiel y Piedras, que está al 68,6 por ciento.
Sin embargo, están por debajo de la mitad de su capacidad las cuencas del Guadiana, que está al 32 por ciento; Guadalete-Barbate, que está al 25,8 por ciento; Guadalquivir, al 23,8 por ciento; la cuenca Mediterránea Andaluza, al 34 por ciento; Segura, al 33,5 por ciento; Ebro, al 48,8 por ciento y las cuencas internas de Cataluña, al 25,3 por ciento.
Con estas cifras, los embalses se sitúan, tras perder esta semana un 0,5 por ciento de su capacidad, en un 30,46 por ciento por debajo del nivel medio de los últimos diez años y un 4,9 por ciento menos que la media de los embalses hace justo un año.
Del 47,7 por ciento total de agua embalsada, la reserva de embalses de uso consuntivo, es decir para consumo o riego están al 39,93 por ciento, mientras que los destinados a la generación de electricidad en centrales hidráulicas están al 66,61 por ciento.