La Asociación Nacional de Criadores de Visón (Agavi) asegura que todas las granjas aplican protocolos de «bioseguridad y bioprotección», en coordinación con el Gobierno y las comunidades autónomas.
Lo hace después de que el brote de gripe aviar en una granja de visones en Carral (A Coruña), comunicado el pasado mes de octubre y a raíz del cual fueron sacrificados todos los ejemplares –más de 50.000–, activase las alarmas en la red de vigilancia europea tras hallarse la presencia de una mutación que ya estuvo presente en la pandemia de la gripe porcina de 2009.
Así lo refleja un artículo de la revista científica ‘Eurosurveillance’, publicada por el Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades, que en su último número apunta a la hipótesis de que el virus pudo saltar de aves silvestres a los mamíferos. También da por hecho que, en la explotación, mutó y pasó a contagiarse entre los visones.
Con respeto a las últimas informaciones sobre la detección de un brote de gripe aviar en una granja de visones en octubre de 2022, así como de otros anteriores de Covid-19, Agavi afirma que «se tiene conocimiento precisamente de estos brotes porque hay un estricto plan de seguimiento y monitorización de las granjas, ya desde hace muchos años».
«El estudio de la revista Eurosurveillance, al que hacen referencia diferentes medios de comunicación, asegura que se desconoce el origen del brote, aunque todo hace sospechar que pudiera proceder de la ola de infecciones por virus H5N1 en aves silvestres, como las gaviotas», añade.
EQUIPOS DE PROTECCIÓN
Por otra parte, indica que todos los trabajadores del sector que están en contacto con los animales disponen de Equipos de Protección Individual (EPI). «De esta forma se minimiza el riesgo de contagio y, en su caso, se actúa de forma temprana para que la eventual infección de una granja se detecte tempranamente y no suponga un riesgo para la salud pública».
«La detección de cualquier sospecha de infección conlleva la visita obligatoria por parte de los servicios veterinarios oficiales de cada comunidad autónoma y la toma de muestras para confirmar o descartar la presencia de cualquier virus en la granja».
«Somos conscientes de nuestra responsabilidad y los primeros interesados en la prevención, vigilancia, y en su caso, aplicación de las medidas que sean necesarias para evitar riesgos derivados de una eventual infección», apostilla Agavi.
Asimismo, indica que «ni el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), ni la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), ni la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) han recomendado en ningún momento el cierre de las granjas de visón americano por motivos sanitarios o de salud pública».