La Confederación Hidrográfica Miño Sil (CHMS) ha celebrado la XI reunión de la Mesa Técnica de la Sequía, constituida el pasado mes de febrero, tras la que ha destacado que la precipitación media acumulada desde el 1 de octubre hasta el 30 de noviembre ha sido de 390,5 litros por metro cuadrado, un 38% por encima de la media, por lo que consideran que estamos ante «un inicio de año hidrológico húmedo».
Así, ha detallado que los embalses de la demarcación se encuentran al 53,59% de su capacidad, un 4,39% por debajo del promedio histórico y un 7,44% más que el pasado año. Del mismo modo, los caudales circulantes están un 30% por debajo de los habituales.
En una nota de prensa, la Confederación ha explicado que si se analizan las precipitaciones medias acumuladas registradas en los últimos doce meses, continúan por debajo de la media, concretamente un 18%. En el caso de la cuenca del Sil, un 28%, mientras que en el Bajo Miño, un 8%.
«Estos datos evidencian la mejora en todas las Unidades Territoriales por las intensas lluvias de octubre y noviembre, en este sentido, la situación es de normalidad en todo el territorio, a excepción de los Sistemas del Miño Alto y A Limia, aunque en ambos casos el escenario está cercano a la normalidad, que se espera alcanzar por completoa final del mes de diciembre» ha señalado el presidente de la Confederación Hidrográfica, José Antonio Quiroga.
La CHMS estima que entre diciembre y febrero se produzcan precipitaciones dentro de las habituales, algo que asegura llevaría a la normalidad, de forma progresiva, a todo el territorio de la Demarcación del Miño-Sil.
De cumplirse esta previsión, ha añadido, la situación será de normalidad en relación con la escasez en todo el territorio a final del mes de diciembre de 2021 y en relación con la sequía prolongada a final del mes de enero de 2022.
Con todo, la institución ha insistido en la obligación de llevar a cabo un uso sostenible del agua y ha instado a la administración local (autoridad competente en el abastecimiento de agua) a realizar las mejoras necesarias para evitar pérdidas y fugas en las redes para tratar de evitar que se repitan los problemas de restricciones ocurridos el pasado verano en algunos núcleos de población.